"La que fuera en su tiempo la cara de TVE en Asturias, una persona a la que siempre le gustó contar historias más allá de las simples noticias, es hoy una referencia de la novela histórica", afirmó el periodista Rafa Balbuena, en el encuentro mantenido con la escritora María Teresa Álvarez, un acto celebrado en la librería mierense La Pilarica de Mieres, que contó con la colaboración del CLUB LA NUEVA ESPAÑA de las Cuencas.

Álvarez, que actualmente se halla inmersa en la gira de presentación de su última obra, "La hija de la indiana", explicó al público presente el proceso creativo de la novela histórica, con particular relevancia de la investigación profunda del tiempo y los lugares en los que se sitúa la acción. "La novela histórica consiste en la creación de personajes ficticios llevados a contextos que sí existieron, lo que la diferencia de las biografías recreadas o noveladas, en las que los personajes son reales", diferenció la autora, que otorga un gran valor a la experiencia adquirida gracias a la serie televisiva "Mujeres en la historia", que le enseñó el valor de la investigación y le abrió la vocación de escribir sobre mujeres y que denuncia la falta de rigor de buena parte de las novelas históricas, así como la dificultad de hallar información fiable sobre mujeres en comparación con la abundancia existente sobre los hombres, "cuando ha quedado demostrado que las mujeres pueden mandar bien".

"Me es más fácil meterme en el alma femenina y me interesa rescatar esa memoria, la de mujeres que fueron capaces de hacer de todo a pesar de las desigualdades", dijo Álvarez.

Sobre el proceso de elaboración, la autora reconoció que "normalmente tengo los finales pensados, pero en ocasiones los personajes no quieren terminar así y acaban doblegándote". Álvarez, "trabajadora y cumplidora", explicó que la utilización preferente del diálogo le ayuda a comprender el carácter de cada personaje y que la labor de documentación conduce a un continuo descubrimiento de datos interesantes que merecen ser contados.

"Hoy tengo más libertad, menos miedos y pudores", confesó Álvarez, que se resiste a abordar el género biográfico "porque no soy objetiva y se me puede sobornar por el cariño". "Como mujer no puedo ser más que feminista y tomé conciencia de ello desde que comencé a escribir sobre mujeres y las terribles injusticias que sufrieron", afirmó la autora candasina, dolida con "las mujeres que, desde sus puestos importantes, no quieren a las mujeres",

"Para mí, la escritura es una terapia, pero reconozco que te puede llevar al aislamiento", señaló Álvarez, que recomienda las tertulias literarias "que te ponen en contacto con la gente y con lecturas que, de otro modo, no elegirías".