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Los impuestos suben 1,6 millones desde 2009 en Mieres, con 6.000 vecinos menos

La recaudación directa municipal pasó en la última década de 8,3 millones a 9,9, pese a la constante caída de población que sufre el concejo

Asamblea vecinal en protesta por la subida del IBI. FERNANDO GEIJO

El concejo de Mieres ha perdido en una década unos 6.000 habitantes, quedando actualmente en unos 38.400. Pese a perder casi el 14 por ciento de su población desde 2009, el municipio ha incrementado notablemente los ingresos procedentes de los impuestos directos que gestiona el Ayuntamiento. Según recoge el estado del presupuesto general consolidado, en 2009 el Consistorio ingreso 8.312.425 millones de euros vía impuestos directos El año pasado la cuantía alcanzó los 9.917.034 euros.

Las variantes población y recaudación de impuestos han evolucionado en dirección contraria a lo largo de la última década. Mientras la población caía un 14 por ciento, la recaudación municipal ligada a impuestos como el IBI, la viñeta o el IAE se incrementada en un 16 por ciento. Este esfuerzo fiscal, junto con el estricto control del gasto, ha sido clave para que el Ayuntamiento haya amortizado casi por completo desde 2011 una deuda de casi 30 millones de euros.

El actual gobierno de Mieres ya ha anunciado que el próximo mandato arrancará con un Ayuntamiento "saneado y con pulmón financiero para poder acometer los proyectos que necesita el municipio". Los datos dan la razón a los gestores de IU. El Consistorio ha pasado de tener en 2010 un remanente de tesorería negativo de 6 millones de euros a cerrar el ejercicio 2018 con un saldo positivo de 6,3. Además, en 2011 se debían 29,4 millones de euros, de los cuales, más de 13,2 correspondían a facturas sin pagar a proveedores y el resto eran débitos con entidades bancarias a las que solicitó créditos. El gobierno local asegura que la deuda será de sólo 200.000 euros a 31 de diciembre de este año. Que el Consistorio mierense ha protagonizado un pequeño prodigio económico parece irrebatible. Junto con la eficaz gestión económica, con un control del gasto casi milimétrico, el propio alcalde, Aníbal Vázquez, ha reconocido en varias ocasiones que el citado logro económico no hubiera sido posible sin el "esfuerzo" de toda la ciudadanía.

El esfuerzo al que se refiere el regidor, en parte, responde a un mayor pago de impuestos. Simplificando, con 6.000 vecinos menos el Ayuntamiento recauda 1,6 millones más que en 2009. Esta tendencia no ha dejado de generar fricciones. Por ejemplo, los mierenses abonan actualmente dos millones de euros más que en 2010 a través del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI). Los ingresos municipales de la llamada contribución han pasado de 4,59 (2010) a 6,69 millones de euros (2018), con una subida del 31 por ciento.

En el IBI parece estar gran parte de la clave del incremento recaudatorio del Ayuntamiento. El movimiento asociativo tiene claro que este incremento se debe principalmente a la revalorización de la polémica actualización catastral que se abordó en 2014 y que, según recoge un informe de la agrupación vecinal, incurrió en graves errores que a la larga han provocado, afirma el colectivo, subidas de la llamada contribución que hasta quintuplican los pagos anteriores. Lo cierto es que la recaudación del IBI se ha incrementado a lo largo de esta década en un 31 por ciento. Y eso que el municipio tienen muchos menos vecinos que en 2010. En este contexto, el movimiento vecinal se mantiene muy beligerante, sobre todo en la zona rural.

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