Amadeo Gancedo nunca tuvo un caminar ligero, si bien la enfermedad que limitó su movilidad jamás le impidió situarse casi siempre en primera fila en todos aquellos retos que emprendió. A lo largo de su vida exhibió una enorme facilidad para desenvolverse en el siempre complejo laberinto de las relaciones personales. Cultivó la amistad con la misma dedicación que dedicó al trabajo y consiguió en su empeño el mismo éxito. No es de extrañar por tanto que su fallecimiento haya dejado un sentido pesar en Mieres.
El primero que quiso ayer ensalzar el recuerdo de Amadeo Gancedo fue el actual alcalde de Mieres, Aníbal Vázquez: "Fue un pionero de la información en Mieres y un empresario innovador", señaló el regidor, que quiso igualmente subrayar el lado más humano del veterano periodista: "Estuvo siempre muy ligado al movimiento asociativo del concejo y mostró gran preocupación por todo aquello que afectaba a Mieres. Tanto él como su familia se han ganado el afecto de los mierenses".
Amadeo Gancedo tuvo muchos y muy buenos amigos. Ejemplos hay infinidad. Estaba muy unido, por ejemplo, a Julián Burgos, custodio de las letras asturianas fallecido también hace unos días. Gancedo, a lo largo de los últimos años, sintió profundamente la pérdida de muchos mierenses que, como él ahora, se fueron dejando pesadumbre en el conjunto de la sociedad local. Un golpe duro para él fue el prematuro fallecimiento de Misael Fernández Porrón. Con el exalcalde mantuvo una inquebrantable amistad, que compartían con otros reconocidos socialistas, como el párroco Nicanor López Brugos o el turonés Arsenio Suárez, también fallecidos. Todos ellos se reunían en amenas tertulias veranigas. Y sin dejar de ser leal en la amistad, Gancedo nunca dejó de ser periodista. En la boda civil del hijo mayor de Misael Fernández Porrón, el siempre rebelde López Brugos se sumó al oficio laico sin remilgos religiosos. Contaba el propio Gancedo, y corroboraban varios de los asistentes a la ceremonia, que el propio Misael Fernández Porrón tuvo que echar el alto al escurridizo cronista y amigo cuando éste ya renqueaba por las escaleras abajo del Ayuntamiento en busca de una máquina de escribir para contar la historia. "Era una persona que se hacía querer y tanto buscaba información como te daba consejos cuando era necesario", destacaba ayer Balbino Dosantos, exsecretario general del PSOE de Mieres e integrante de la citada tertulia política: "Fue un mierense tremendamente involucrado con el municipio y con un inquebrantable compromiso social".
Las tertulias siempre fueron un espacio en el que Amadeo Gancedo se encontró cómodo. Participó en muchas. La última fue "Pel Camín", de cuyas charlas surgían las columnas que hasta el pasado verano escribía Gancedo en este diario. Chema Castillo y José Ramón Viejo integran este grupo de buenos amigos: "Era sobre todo una gran persona, honesta y comprometida", señalan.
Loli Olavarrieta es la presidenta de la Unión de Comerciantes del Caudal. Colaboró con Amadeo Gancedo en muchos ámbitos: "Siempre lo recordaré como un hombre cercano, culto y de buena conservación. Le estoy muy agradecida por su apoyo constante hacia mi persona y las asociaciones que representó". Olavarrieta también está al frente de la oficina local de la Asociación Contra el Cáncer y de los premios "Mierense por el Mundo".
El tanatorio de Mieres (La Belonga) acoge hoy, a la una de la tarde un responso por Amadeo Gancedo. La iglesia parroquial del barrio de San Pedro acogerá un funeral mañana a las doce del mediodía.
