Centenares de personas se han dado cita hoy en el prau de Piedracea, en Lena, para despedir las fiestas de La Flor, una celebración primaveral que los últimos años se vio truncada por el mal tiempo y en la que hoy los vecinos han podido disfrutar bajo un incesante sol.

Desde primera hora de la mañana, los lenenses fueron subieron por la carretera hasta llegar a Piedracea, para luego descender por el camino que lleva al prau y la ermita, donde se fueron instalando. Mantas, toallas, mesas de camping, neveras, fiambreras... Y sidra, mucha sidra. Todo quedaba preparado para pasar una jornada campestre en familia, una de las claves de esta celebración. Con amigos o con familiares, pero siempre dentro de un ambiente tradicional y festivo.

La misa en honor a los socios fallecidos, la puya'l ramu o el concurso de empanadas organizado por la asociación de Amas de Casa fueron algunos de los eventos que fueron transcurriendo durante toda la mañana, donde también la virgen salió en procesión guiada por las gaitas de la banda Güestia.