Amadeo Gancedo llegó a Mieres con 10 años y, según contaba, el primer paisaje que atisbó fueron los humeantes altos hornos de Fábrica de Mieres. Un cuadro intimidante. El fabril bullicio de la ciudad le suscitó cierto recelo, incluso un golpe inicial de temor. Posiblemente fueron los únicos momentos en los que se sintió forastero en un concejo que hizo suyo y que llegó a conocer como nadie. Mieres despidió ayer al vital cronista fallecido el sábado a los 83 años de edad. Lo hizo arropando con cariño a su familia. El extraviado sentimiento de temor infantil contrastó ayer con el afecto y respeto hacia un hombre que sintió una profunda devoción por el concejo y sus gentes.

Fueron muchos los amigos y compañeros de Amadeo Gancedo que ayer se dieron cita en la iglesia parroquial de San Pedro. Estuvieron, por ejemplo, sus leales camaradas de la tertulia "Pel Camín". Florentino Romero, Honorino Villa, Chema Castillo o José Ramón Viejo despidieron a su estimado amigo. El profesor Luis Jesús Llaneza, el maestro José María Lana, presidente de Cruz Roja, el constructor Celestino Goncesco y muchos compañeros periodistas estuvieron en el funeral. Amadeo Gancedo ejerció de fedatario de la historia de Mieres durante los últimos cuarenta años, aunque fue entre 1976 y 1990, años en que asumió la corresponsalía de LA NUEVA ESPAÑA, cuando más involucrado estuvo en el seguimiento de la actualidad sociocultural y política. Muchos amigos de "su" periódico estuvieron también ayer en San Pedro, una amplia representación encabezada por la directora, Ángeles Rivero, y el gerente, Eduardo Suárez.

Amadeo Gancedo supo fusionar su trabajo como cronista con una agitada labor social. Además, siempre tuvo facilidad para cultivar amistades. "Era una persona especial. Nos ha dejado un sinfín de anécdotas y recuerdos. Siempre era un placer conversar con él", destacaba ayer Chema de Castillo, con el que Gancedo entabló una gran amistad estos últimos años". El periodista radiofónico Celso Fernández compartió trabajo y diversión con Gancedo: "Era un periodista que trabajaba hasta la extenuación, con rigor y objetividad. Además, era fácil pasarlo bien con él".

Amadeo Gancedo concentró ayer en San Pedro mucho cariño y aprecio, sentimientos que recogió su familia, su viuda, Luisa F. Lauret, y sus hijos, Luis y Amadeo Gancedo, el primero actual jefe de le sección de Economía de la LA NUEVA ESPAÑA. Periodista y empresario, desarrolló una intensa labor social durante toda su vida. Fue, entre otras cosas, directivo del Caudal y del Orfeón de Mieres, estuvo al frente del Centro Cultural y Deportivo, fundó la Peña Ciclista Antonio Suárez, creo los Concursos Artísticos de Otoño, participó en incontables tertulias y apadrinó los recordados "Tribunales Populares". La vida de Amadeo Gancedo tuvo siempre un bien afinado hilo musical de fondo. La música fue una de sus pasiones, aunque lo suyo era la gestión de actos y el posterior disfrute con la compañía de los artistas. Fue amigo de Juanín de Mieres y Víctor Manuel, entre otros muchos. "Muchos decían que era el noveno integrante del Ochote La Unión", apuntada ayer el fotógrafo José Ramón Viejo. El director coral Baldomero Pérez también estuvo en el funeral. Fue una balada triste, pero llena de sincero afecto.