"Langreo, por la paz y los derechos de Colombia". Así reza el mural que se pintó hoy en uno de los laterales de la Casa de Cultura "Escuelas Dorado" de Sama. Al acto acudieron cinco refugiados, perseguidos en Colombia por reivindicar los derechos humanos. La iniciativa partió del Consejo Local de Solidaridad y los encargados de pintar el mural fueron los miembros del colectivo "La Creatura", creado a finales de 2015 con el objetivo de promover la cultura urbana en todas sus vertientes.

El alcalde de Langreo, Jesús Sánchez, señaló que el objetivo es "poner en valor nuestra solidaridad, algo muy interesante porque nos vuelve a nuestras raíces porque este municipio siempre fue muy solidario". Javier Orozco, coordinador del PAV-DDHH, que acompañó a los refugiados, explicó que el mural "reivindica desde Langreo que Colombia tiene derecho a la paz y a los derechos humanos, un acto de solidaridad con las personas que sufren en Colombia la violencia de la guerra y la violencia estructural que los excluye; y no sólo eso, es que están exterminando la diligencia social". Sobre los refugiados, Orozco explicó que "son personas que vienen perseguidas por su lucha en defensa de los derechos humanos, y es que Colombia no está en paz".

Entre los refugiados se encontraban Carmen Ayusa, quien aseguró ser una víctima "como dirigente sindical". Gabriel Robledo es otro de estos colombianos que afirmó que "me encontré amenazado por defender los derechos humanos, ser líderes sociales se nos ha vuelto una amenaza". También se encontraba presente ayer Abel Coicuen, quien explicó que el gobierno de Colombia "no está reconociendo a los pueblos indígenas, y es importante que aquí se conozca nuestra realidad". El abogado Juan Armando Niño también llegó como refugiado "por ser defensor judicial de presos políticos y líderes sociales, hemos sigo perseguidos y estigmatizados". Por último, el sindicalista Álvaro Vega, afirmó haber sido víctima de un atentado "por un grupo paramilitar" y agradeció a Langreo "esta muestra de solidaridad". Los refugiados llegaron el pasado 19 de abril y estarán varios meses aquí, tal y como destacó Orozco.

Recibimiento

No es la primera vez que se estrechan relaciones con el programa asturiano del PAV-DDHH. A finales de 2017, una representación de la Corporación municipal langreano recibió a seis personas acogidas en protección temporal en Asturias, dentro del programa de ayuda a víctimas de la violencia en Colombia, que comenzó en 2001. Un programa que ha protegido a más de un centenar de personas.Desde la organización del programa se dio cuenta del estado de "persecución, amenazas y asesinatos de líderes sociales, indígenas, negros, con especial repercusión en los crímenes contra campesinos en varias masacres recientes".