La descontaminación de las antiguas minas y la planta metalúrgica de Rioseco-Texeo requerirá una inversión de 1,2 millones de euros. El Ayuntamiento de Riosa ha completado y presentado el proyecto al Instituto para la Reetructuración de la Minería del Carbón y Desarrollo Alternativo de las Comarcas Mineras, ya que se financiará con cargo a los fondos mineros y se ejecutará en un plazo máximo de catorce meses.

Los trabajos incluirán "un estudio en detalle de las zonas afectadas con objeto de delimitar con total precisión las zonas contaminadas", según explicó el director técnico del proyecto y asesor técnico del Consistorio riosano, Tomás Esolá Muñiz. Para conseguirlo, "se tomarán y analizarán numerosas muestras de suelo, tanto en superficie como en profundidad en e total de once sondeos de investigación y veintisiete calicatas previstas". Además, se estudiará la afección a las aguas. Esta fase de estudio de detalle, según el proyecto, durará seis meses.

El gobierno local quiere dar al emplazamiento un uso lúdico, tal y como se ha expuesto ya ante el Principado. Para ello detallan labores que "consistirán en la retirada y gestión externa del suelo altamente contaminada, que se espera sea inferior a las mil toneladas, y el encapsulado y sellado en el sitio del resto, que se espera sea del orden de 15.000 toneladas". "También habrá trabajos auxiliares de importancia, como la estabilización de las escombreras existentes, la adecuación de piezómetros de muestreo para el seguimiento futuro del estado mediambiental del lugar y la recuperación ambiental del emplazamiento", afirma el informe técnico.

Riosa espera que el proyecto de recuperación de la mina de Texeo se convierta en "un ejemplo de referencia de recuperación medioambiental de un antiguo emplazamiento minero y metalúrgico en el que el lugar gana valor de manera notable". Las cifras marean un poco: Texeo fue lugar de producción desde hace más de 4.500 años, hasta su paralización en los años 50 del pasado siglo.