A Dios rogando por una buena carretera. El párroco de Campomanes, Antonio López, lleva meses "dando vueltas" para que alguien arregle el acceso rodado hasta el cementerio de la localidad. Llamó a todas las puertas posibles y la respuesta que más le ha desconcertado ha sido la de la Consejería de Infraestructuras, Ordenación del Territorio y Medio Ambiente: "Dicen que es responsabilidad del Arzobispado arreglar la orilla de la carretera, ya que da acceso al camposanto", asegura indignado. No es la primera vez que surge un problema de titularidad entre la Iglesia y las Administraciones en la localidad de Campomanes.
La iglesia está a poco más de doscientos metros del cementerio. Antonio López camina por la orilla, que está casi intransitable. "Lo tienen todo hecho un desastre", lamenta el sacerdote, que no es la primera batalla que libra por la siuación del camposanto.
Primero fue por la autopista. Hace unos meses, Antonio López presentó una reclamación a Aucalsa porque se estaban produciendo filtraciones desde la carretera. "El agua dañó entonces tres sepulturas, que los familiares tuvieron que arreglar", explicó en párroco de Campomanes. Lejos de reparar esa avería, la autopista sigue generando daños: "Pasa justo por encima, ya avisamos cuando se construyó de que sería un problema", aseguró el sacerdote.
Los vecinos aún no se habían recuperado de los daños de Aucalsa cuando llegaron las obras de la Variante de Pajares. "Estoy seguro de que la carretera está tan deteriorada por el paso continuo de camiones por el valle", aseguró López. Sigue caminando hacia el cementerio: hay rejillas rotas y baches, "una vez un feligrés dejó aquí todos los bajos del coche". Además, los coches fúnebres tienen que pasar con mucho cuidado para evitar males mayores y los días de más afluencia, como Todos los Santos, la situación es casi caótica: "Dentro de poco no quedará ni un hueco por el que puedan circular los coches", señaló Antonio López.
Las respuestas
Para solventar este problema, dice, no le queda puerta a la que llamar. Desde el Adif no le han respondido, "a pesar de que he intentado ponerme en contacto con ellos en varias ocasiones". "Está claro que no quieren hacerse cargo de ningún daño generado por la obra de la Variante", añade rotundo.
Volvió a intentarlo. En el Ayuntamiento de Lena, el gobierno local le ayudó a "presionar" a la Administración regional para intentar arrancarles un compromiso para la reparación de la vía de acceso al cementerio. Y aunque la respuesta del Principado tardó en llegar, no supuso ningún alivio. El párroco duda de si hubiera sido mejor el silencio administrativo: "Para decir que es el Arzobispado el que tiene que pagar una carretera, mejor que no me digan nada", clamó ayer el sacerdote. De momento no hay nada previsto, pero no descarta convocar a los vecinos para valorar una convocatoria de movilizaciones: "A Dios rogando y con el mazo dando, no nos dejan más alternativa".
