Los miles de pasquines que el pasado 30 de abril se lanzaron por todo Mieres acusando al Alcalde de estar cobrando dinero negro no han logrado hacer mella en la impertérrita reputación de Aníbal Vázquez, pero han enterrado en un lodazal al proyecto político de Imagina Mieres. Los responsables de esta plataforma independiente, con su candidato Juan José Menéndez al frente, decidieron ayer desmantelar la agrupación tras conocer que dos de los integrantes de este proyecto político han sido identificados como miembros del grupo que presuntamente acometió el subrepticio ataque al regidor. Se trata de Isaac Suárez y Juana Sosa. El primero aparece en la lista electoral como suplente y ella es colaboradora del partido.

Las pesquisas policiales no contemplan, en principio, una trama organizada por el conjunto de los integrantes de Imagina Mieres, pero sí han permitido vincular con los hechos a una facción del partido. Se trata de antiguos integrantes de Podemos que salieron rebotados de la organización tras fracasar en su intento de apartar a la actual responsable local, Patricia García Moro. Junto con los dos ya citados imputados, la investigación tiene muy avanzada, a falta aún de periciales que lo confirmen por completo, la participación de otras dos personas. Una de ellas sería también integrante de Imagina Mieres, en este caso un dirigente con más peso en la organización, y también vinculado anteriormente a Podemos.

Juan José Menéndez y sus más estrechos colaboradores decidieron ayer mismo descabalgarse en marcha del proyecto que habían impulsado para confrontar políticamente con IU. El exedil de la coalición y referente del primer gobierno local de Aníbal Vázquez se mostró literalmente destrozado: "Nos han hundido. No nos metimos en política para esto. No podíamos ni sospechar algo así, pero debemos asumir nuestra responsabilidad e irnos". Su número dos, Olga Álvarez, y el grueso de integrantes de la candidatura renunciaron ayer a seguir adelante con este proyecto político.

Se suspendió la espicha que ayer mismo tenían organizada para iniciar la campaña y desactivaron todas páginas de internet con las que operaban. En los chats internos hubo constantes reproches a los implicados y descalificaciones muy duras dirigidas hacia ellos.