"Queda demostrado que no hubo prevaricación y que algunos han querido utilizar la justicia de forma torticera para sacarme del Ayuntamiento". Palabra de David Moreno Bobela, alcalde de Aller, pocos minutos después de recibir la noticia de que la Audiencia Provincial daba carpetazo definitivo al proceso judicial en el que tanto él como su antecesor, Gabriel Pérez Villalta, se vieron envueltos por las subvenciones concedidas para el funcionamiento del polideportivo de Sotiello y sus actividades.

Una denuncia que partió del PP y que recogió la Fiscalía,. En el caso de David Moreno le costó su afiliación al PSOE, del que fue expulsado, y también puso en riesgo su alcaldía, ya que su partido le exigía la dimisión. Él, sin embargo, siempre defendió su inocencia, como también hicieron sus compañeros de grupo municipal. Todos, sin excepción, abandonaron también el PSOE y finalizaron el mandato como no adscritos, dando un apoyo a su alcalde, que ahora ve limpia y sin ningún genero de dudas su hoja de servicios. Pero el peso del proceso, fue una de las principales razones que le han llevado a no presentarse de nuevo a la alcaldía de Aller.

A media mañana de ayer, el regidor recibía la sentencia de la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Oviedo, en la que los tres magistrados que la componen fallaron que se desestimaba el recurso de apelación interpuesto por el ministerio fiscal y por los concejales del PP de Aller contra la sentencia del Penal número 2 de Oviedo, que absolvía al alcalde allerano y a su antecesor de un delito de prevaricación.

El fallo respalda la primera sentencia, en la que se daba como probado que tanto Pérez Villalta como Moreno "actuaron con pleno convencimiento de que el convenio suscrito en 1996, prorrogado al año siguiente, y su posterior modificación en 2004, iban siendo prorrogados de forma tácita, entendiendo el alcalde que a pesar de su denominación como subvención, realmente subyacía una prestación de servicios por parte de la asociación para el Ayuntamiento, no siendo aplicable la ley general de subvenciones y actuando ambos en la creencia de que obraban con arreglo a la legalidad". Además, apuntaba el fallo inicial, no se probaba "el elemento subjetivo del injusto" para la condena de prevaricación "pues no parece que los acusados tuvieran conciencia de obrar de forma injusta y en contra de la legalidad".

Sosegado y tranquilo, David Moreno indicó que "por segunda vez se demuestra que no hubo ningún caso de corrupción, como se intentó hacer ver a la opinión pública". "Lo que se hizo fue un uso de la justicia con intereses políticos", agregó. "Estoy satisfecho por algo de lo que estaba totalmente convencido, de que aquí no había corrupción, y de ser era meramente administrativo, y además ha quedado acreditado que todo estaba haciéndose correctamente", indicó.

Situación en el PSOE

Contra esta sentencia no cabe recurso. "Estoy muy tranquilo, como lo estuve siempre, pero me importa más por mi familia, por los míos, que sabían que no ha hecho nada y han tenido que sufrir lo que se decía", apunta el regidor. Además, apunta que "este tipo de prácticas denota la talla política de algunos -en referencia al PP- que son capaces de utilizar cualquier tipo de herramienta con tal de ocupar el Gobierno local". Sobre su expulsión del PSOE, que ahora se deja claro era innecesaria, indica que "las líneas rojas deberían de revisarse a la hora de analizar los casos judiciales".

"Me consta que mi partido lo ha hecho, pero después de mi caso", indica, para agregar que "el hecho de que esta sentencia haya salido así espero que sirva para que ningún compañero pase lo que me tocó pasar a mí". "El partido tiene órganos suficientes para determinar que es un caso de corrupción, que es un caso administrativo, y que es una denuncia malintencionada, hay cosas que hay que revisar", finalizó.