"El peso de la historia va cediendo frente al impulso de la mujer y su acceso a la masonería", manifestó Gonzalo Tapia, presidente de la Logia Progreso 1850 de Oviedo en la charla titulada "La masonería mixta del siglo XXI", que tuvo lugar en la librería mierense La Llocura. El acto fue organizado por la Logia Progreso 1850 y la Fundación María Deraismes, contando con la colaboración del Club LA NUEVA ESPAÑA de las Cuencas. Tapia inició su exposición haciendo un resumen de la historia de masonería, nacida en el Medievo como forma asociativa de los trabajadores libres y que fue evolucionando hacia centros de pensamiento y reflexión. Ya en el siglo XIX, en la Tercera República Francesa, la masonería comienza a avanzar hacia la incorporación femenina sobre el criterio de que "no se puede trabajar por el bien de la humanidad sin las mujeres". "Con la participación, entre otras, de María Deraismes, nace la Orden El Derecho Humano y, rápidamente se extendieron las logias mixtas por Europa", explicó Tapia. "Actualmente, la mayor parte de la masonería es masculina y nacional; de ahí que nuestra orden, internacional y mixta, se considera progresista", añadió.

"Las logias masónicas son las únicas sociedades iniciáticas vivas en Europa", continuó Tapia, en referencia al proceso de aprendizaje posterior al ingreso y la evolución de los miembros hasta alcanzar el grado de maestro. "Nada de lo que se promete va más allá de ser un buen ciudadano", aclaró Tapia, que asegura que "el masón siempre busca el encuentro, los acuerdos y los nexos de unión entre las distintas posturas". "El nacionalismo más radical siempre ha combatido el internacionalismo que representa el comunismo, los judíos y la masonería", señaló Tapia, que finalizó diciendo que "puedes pasarte la vida intentando entender la masonería y no lograrlo y, por el contrario, comprenderla y sentirla de inmediato".

Por su parte, el maestro masón Pedro José Vila destacó lo revolucionario de la masonería mixta y la vigencia de sus principios: democracia, libertad, igualdad y fraternidad. "Somos conscientes de que otras organizaciones, como las iglesias y los partidos políticos, están fallando a la hora de dar respuestas a los problemas sociales", declaró Vila.

"No somos anticlericales ni hacemos proselitismo partidista ni religioso", aseveró el maestro masón, remarcando la vigencia de los principios de la orden El Derecho Humano. "Trabajo, seguridad, libertad, resistencia frente la opresión, protección de la vida, presunción de inocencia, libertad de expresión, ideología y religión y distribución equitativa de la riqueza son algunos de los puntos escritos en 1900 y que no se han pasado de moda", recordó Vila. "Somos una orden moderna porque nuestros principios filosóficos siguen siendo válidos, porque nuestros fundadores fueron unos visionarios y, por desgracia, la sociedad no ha evolucionado según lo esperado", continuó.