Dejar de centrarse únicamente en el carbón y apostar por otras energías. Ese era el principal objetivo del plan de empresa firmado en abril entre la dirección de Hunosa y los sindicatos. Un acuerdo donde se hablaba de iniciativas que ya habían empezado a andar, como la geotermia a partir del agua de mina, pero donde también tenían cambia el biogás, la minihidráulica a través del agua de mina, la captura de CO2, los puntos de recarga e, incluso, la eólica. Si bien, muchas de estas iniciativas ya se habían proyectado en el pasado, aunque no llegaron a fructificar.
Pero la diversificación es sólo uno de los pilares del plan de empresa, que supone una inversión de cerca de 62 millones de euros. Y es que el objetivo es mantener la vida del pozo Nicolasa, la única explotación de carbón abierta actualmente en España; y potenciar la central térmica de La Pereda.
Así, del total de la inversión prevista en el citado plan, la térmica se llevará 22,74 millones y 3,7 irán para el pozo Nicolasa. El lavadero del Batán recibirá 770.000 euros, habrá 630.000 euros para seguridad y 4,15 millones para servicios centrales. También habrá una partida de 5,1 millones para el plan de recuperación y actuación sobre los recursos mineros y ambientales, mientras que la Brigada de Salvamento Minero percibirá 350.000 euros.
Asimismo, Hunosa destinará 24 millones de euros a la reactivación. En este sentido, serán sus filiales Sodeco y Sadim Inversiones las que se ocupen de buscar a las compañías para desarrollar los proyectos que tendrán como objetivo generar empleo alternativo y tejido industrial en las comarcas mineras.
