- ¿Cómo valora que en otras regiones como Alemania se estén reabriendo minas cuando aquí se cerraron hace menos de un año?
-Lo vivimos con nostalgia y pesimismo. Aquí se ha optado por un modelo energético diferente, con descarbonización de la economía. Siempre dijimos que no teníamos que ser los primeros de la clase, pero hemos asumido que nos ha tocado ese papel. Pero los gobiernos deben de pensar que cuando se condena a un sector al cierre, hay que buscar una alternativa que no deje a las personas atrás. Y ese debe de ser el objetivo prioritario. Que todos los trabajadores no se queden atrás. ACOM no solo representa a los mineros, sino a todos los vecinos que viven en las comarcas mineras, y nos podemos olvidar que en los municipios hay mucha más gente que los propios mineros.
- ¿Considera que el cambio de modelo energético permitirá mantener una garantía de suministro energético sin carbón?
-Nosotros siempre se lo hemos advertido al Gobierno sobre esta situación. Y hemos insistido mucho porque pensamos que ese factor que comenta no se ha tenido en cuenta. En los últimos tiempos se ha comprado electricidad a otros países con la caída del carbón. Vamos a ver si no vamos a tener que hablar de qué pasa con el carbón nacional si esa garantía de suministro que obligatoriamente tiene que tener un país no se cumple.
- A nivel demográfico, la realidad es que las Cuencas se están desertizando.
-Es evidente. Pongo de ejemplo Villablino por ser mi municipio. En el momento álgido de la minería, que tampoco hace falta echar la vista muy atrás, estábamos en 18.000 habitantes. Hoy en 9.000 ciudadanos. El descenso ha sido a la par entre vecinos y trabajadores del sector minero. Por lo tanto, ahora que no hay minería, no sabemos que va a pasar. Hay que generar empleo estable y de calidad en los municipios urgentemente.
- ¿Hacia donde tiene que ir, en general, el futuro de las Cuencas?
-Es un análisis complicado porque los territorios son muy diferentes. Lo que hay que tener claro es que tenemos que hablar de dinamizar territorios, es decir, diferentes ayuntamientos que se nutran de un proyecto común. Esa es la idea y hacia donde hay que caminar. Tenemos que saber conjugar las potencialidades de cada territorio para lograr entrar con proyectos importantes en Europa.
