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Alcalde de Villablino y nuevo presidente de la Asociación Comarcas Mineras (ACOM-España)

Mario Rivas: "Hoy, la transición energética es de todo menos justa, hay que arreglarlo ya"

"España debe poner el foco en las ayudas europeas de reactivación, pero no sirve llevar ideas, tenemos que llevar proyectos concretos y potentes"

Mario Rivas, en su despacho en el Ayuntamiento de Villablino.

Mario Rivas (Villablino, 1978) acaba de llegar a la presidencia de la Asociación Comarcas Mineras (ACOM-España), que reúne a los alcaldes de los municipios mineros. Fue minero durante más de dos décadas, y conoce el sector como la palma de su mano. Trabajó en Coto Minero Cantábrico. Casado y con dos niños, ve el futuro de las comarcas mineras con cierto recelo por la incógnitas que plantea la reconversión industrial. Sin embargo, tiene intactas las ganas de luchar para que los más jóvenes puedan vivir y trabajar en las comarcas mineras españolas.

- Llega a la presidencia de ACOM en un momento complicado para las comarcas mineras.

-Es un momento difícil, y en el que además los municipios mineros tenemos que tener más presencia que nunca. Es verdad que la situación de la minería, lo que era el monocultivo económico del carbón, en los municipios está en un declive evidente, especialmente la minería privada. Y llegamos a un momento en el que los municipios tenemos que ver cuál es nuestro futuro y hacia donde lo queremos reconducir.

- ¿Cómo está ahora mismo la salud de ACOM-España?

-Es inmejorable. Hay un consenso y unanimidad importante en toda la toma de decisiones, y es algo que ya ha venido sucediendo los últimos cuatro años. Creo que eso es un trabajo muy importante que ha hecho el que hoy es el presidente del Principado de Asturias, Adrián Barbón, y que estoy seguro de que vamos a continuar con esta tónica.

- En un colectivo como ACOM, ¿Tienen peso los colores políticos?

-Esto va más allá. Es fácil que todos tengamos prioridades comunes, ya que tenemos problemas comunes y hay que dar soluciones comunes a todos los que estamos allí. Independientemente del espacio político que ocupemos cada alcalde, de nuestro color político o ideología, la realidad es que hay algo que está por delante de todo eso que son las personas a las que representamos, los vecinos y vecinas de nuestros municipios mineros. Y por eso queremos tener una voz unánime, porque la fuerza que tenemos cuando vamos a cualquier tipo de instancia, sea nacional o europea, es que vamos con una misma voz conjunta representando a siglas políticas que son muy diferentes.

- Haga una radiografía de la situación en la que están los municipios mineros.

-Hay una situación límite y es la realidad. Especialmente en aquellos municipios que dependían de una minería privada. El pasado 31 de diciembre se cerraron las explotaciones y casi un año después no hemos podido palpar que esa transición se esté llevando a cabo de una manera que se pueda notar positivamente en los municipios. Lo que esperamos es que se pueda ver más pronto que tarde. Tampoco es mucho mejor, podemos decir que están en la UVI, los municipios de Asturias que tienen una minería pública todavía. Al final, el resultado va a ser el mismo y el futuro no es alentador. Por eso las decisiones que se tomen a la hora de poder encauzar y reconducir a esos municipios para que tengan un futuro y para que la gente no los abandone tienen que ser comunes.

- A nivel de empleo, el cierre de minas ha sido un varapalo.

-Se está notando mucho. Prácticamente el 80 por ciento de las empresas mineras ya estaban en concurso de acreedores antes del 31 de diciembre. Por lo tanto, los trabajadores que se pudieron acoger a un plan social a través de una prejubilación han quedado un poco mejor, pero los que han tenido que ir a bajas incentivadas, hasta día de hoy no han cobrado y no saben muy bien cuál es el futuro que les ampara. Esos excedentes no saben donde se van a poder reubicar, y ese es el principal problema que tenemos ahora mismo.

- ¿Y el plan de reubicaciones del Gobierno?

-Por el momento se ha creado esa bolsa de trabajo y ahora lo que hace falta es activarla. Que todos aquellos que han optado por acudir a esa bolsa puedan tener un empleo, aunque sea temporal, que les permita mantener su residencia en estos municipios. Al menos hasta que podamos definir el camino que tenemos que tomar en los concejos mineros para que la gente no se vaya. Si no somos capaces de sostenernos a través de ese tipo de iniciativas, ya no seremos capaces de reconducir la situación en los municipios mineros.

- ¿A qué tipo de ayudas, además de los fondos mineros, pueden acceder las Cuencas para afrontar la reconversión industrial?

-Hay un caso particular que es de Castilla y León, en el que se ha previsto un plan de dinamización de las comarcas mineras en el que se lleva trabajando más de tres años. Entre otras cosas se han activado planes de empleo locales para trabajadores excedentes de la minería. Esto es lo único que se ha cumplido en realidad. Porque también se han aprobado y apoyado proyectos que aún no se han ni siquiera iniciado. Un poco como con en el resto de los otros fondos mineros. Pero hay que reconocer que esos planes de empleo, aunque de manera temporal y durante una época del año podemos garantizar empleos de forma inmediata para esos excedentes mineros. Y es algo que tenemos que plantear al resto de Comunidades Autónomas, porque puede servir de alguna manera para garantizar del empleo de esas personas que se quedaron fuera de sus trabajos en las minas.

- A nivel europeo, ¿hay algún plan al que acudir?

-Precisamente ahí es donde está la clave del asunto. Hay un plan europeo para destinar fondos a las comarcas mineras que están atravesando una descarbonización exprés de su economía. Ahí tenemos que mirar, porque se inyectarán 5.000 millones de euros a repartir en toda Europa. Se ha creado un grupo de trabajo, con ayuntamientos, comunidades autónomas, Gobierno central y sindicatos, y es ahí donde España tiene que poner el foco. Hay que llevar proyectos sólidos para reconvertir los municipios. Pero no vale lanzar ideas, sino llevar proyectos sólidos. Y hay que contar con nosotros, con los ayuntamientos, porque somos los que conocemos las potencialidades, debilidades y singularidades de cada territorio.

- Desde hace tiempo se acuñó el término de "transición justa". ¿Ve usted algún tipo de justicia en la descarbonización?

-A día de hoy es evidente que esa justicia no existe. Se ha cumplido con la parte del cierre de la minería, que se nos ha obligado a asumir y hemos asumido. Pero no se ha cumplido con la otra parte, con la de la reactivación de territorios y la transición está siendo de todo menos justa. Todos sabemos y entendemos el objetivo de la transición energética, pero lo que está claro es que a día de hoy no es justa. Y hay que activar los mecanismos necesarios para que llegue esa justicia. El presente está siendo injusto, y necesitamos que se recupere esa justicia.

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