Los historiadores estiman que los romanos tardaron dos años en construir la Vía Carisa. Los legionarios, por tanto, pasaron muchas noches en la Cordillera y tuvieron que adaptarse a la abrupta orografía asturiana. El centro de interpretación que narra la entrada del Imperio en Asturias y que se ubica en La Enfistiella (Nembra) acogió ayer una amena jornada cultural que escudriñó algunos detalles de aquella invasión.

El evento reunió a mucha gente en Nembra, sobre todo niños. La presencia de un centurión y tres romanos de la "Legio V Alaudae" resurgidos del pasado levantó gran expectación. Explicaron detalles de la dura vida que tuvieron que afrontar en las montañas de Aller. Por ejemplo señalaron que un contubernio era la unidad mínima del ejercito romano, formado por ocho soldados. Era un espacio donde podían surgir alianzas, debates, promesas y decisiones de actuar en conjunto con tal o cual fin. También era un recogido espacio para la conspiración. Para evitar conflictos, el pan se entregaba ya partido en ocho casos, explicaron los soldados. Con todo, el termino conturbenio ha llegado a nuestros días vinculado a un acuerdo que resulta censurable. El término puede aplicarse sobre pactos ilícitos, conspiraciones u otros entendimientos que merecen repudio. "Menudas conchabanzas debían perpetrar los romanos en los montes de Aller con tantos ratos libres sin nada que hacer", acertó a comentar uno de los presentes. Los visitantes pudieron probarse partes del equipo legionario y descubrir cómo era la vida de en los controvertidos contubernios.

También tuvo mucha aceptación ayer en La Enfistiella la iniciativa "Juegos en el mundo romano". Los asistentes tuvieron la oportunidad de conocer la parte más lúdica de la cultura romana, desde los más sencillos e infantiles, hasta los juegos de estrategia más complejos -las tabas, XII scripta, Tres Lineatae.