En abril de 2017 el Ayuntamiento de Mieres capeó con determinación el grave problema al que se enfrentaba la perrera municipal tras la rotunda negativa de los voluntario vinculados al albergue a aceptar que la gestión del mismo la asumiera la empresa La Ería. El citado colectivo se movilizó para manifestar su preocupación ante la sospecha de que la citada entidad pudiera proceder a sacrificar animales para descargar la elevada ocupación. El gobierno local atendió la queja y maniobró para que la protectora avilesina "Alma Animal" asumirá el control de las instalaciones. El problema ahora es que la gestión del equipamiento ha salido a concurso público y la ganadora del mismo ha sido La Ería. Como era de esperar se ha desatado la tormenta.

Como sucedió hace dos años y medio, los voluntarios de la perrera de Mieres rechazan tajantemente que la gestión del equipamiento quede en manos de La Ería. Las reticencias siguen siendo las misma que en la primavera de 2017. No entienden que el Ayuntamiento de Mieres haya otorgado tanto valor a la oferta económica presentada por La Ería como para que la mucho más completa propuesta de La Protectora del Principado de Asturias se haya quedado relegada. Esta entidad ya ha presentado un recurso al considerar que ha habido anomalías en el proceso de adjudicación. La oferta de La Ería, por ejemplo, no indica servicio, jornada, capacitación ni formación del personal. No describe la campaña de adopción exigida en los pliegos de contratación. De la misma forma omite referencias a la desparasitación interna, vacunas ni cuarentenas. Tampoco describe el protocolo de limpieza y desinfección.

Con todo esto, y otras quejas, los voluntarios defienden que el Ayuntamiento debería hacer excluido a la empresa, en principio, concesionaria del procedimiento de adjudicación. En este sentido, el gobierno local alega que han sido escrupulosos en el cumplimiento de la ley de Contratos y en las valoraciones de los proyectos.

El centro La Ería presentó una oferta de 126.000 euros sobre los 153.000 en los que salía el concurso. Esa fue precisamente, 153.000 euros, la cantidad que ofertó La Protectora, lo que le otorgó una puntuación mucho menor en el apartado económico. Pese a tener unas mejores puntuaciones en el resto de criterios, entre ellos el proyecto de gestión, que puntuaba un 51%, finalmente la Fundación Protectora del Principado de Asturias se quedó por detrás en el concurso. Los voluntarios esperan que el Ayuntamiento asuma la impugnación presentada por la entidad que quedó segunda en el concurso. De no ser así, ven en peligro el futuro de la perrera.

Los voluntarios reconocen que su primer temor es que con el cambio de gestión se puedan sacrificar animales. El gobierno local ha recalcado que los pliegos de la adjudicación impiden estas prácticas. Los animalistas ponen en solfa la capacidad del Ayuntamiento para controlar lo que suceda en el interior de la perrera. El Consistorio ya ha dicho que contará con ellos para estas tareas, pero el colectivo no se ve capacitado "para ejercer de policías". Recuerdan, además, que el Ayuntamiento se comprometió hace dos años a poner en marcha una plataforma de voluntarios que estableciera los cometidos de este colectivo. Este proyecto está parado. También advierten de que el exitoso programa de adopciones que se ha desarrollado en los últimos años se desvanecerá. Para empezar intuyen que el nuevo gestores no tiene intención de trabajar en este dirección, pero aún en el caso de que no fuera así recuerdan que el 80 por ciento de las adopciones que se han tramitado en el último año y medio se desarrollaron en el marco del programa internacional y de acogida que promovía "Alma Animal". Y es que este colectivo aceptó en abril de 2017 pilotar un periodo de transición de unos pocos meses. Al final han sido más de dos años. En este tiempo, la perrera ha pasado de cuidar de un centenar de canes a solo una treintena. Y eso sin sacrificios. Los programas de acogida y adopción abordados durante estos dos años largos han dado sus frutos.

"Sin estas actuaciones la perrera se volverá a saturar", indican los voluntarios.