Unos playeros con luz incorporada, un sistema para "cazar" pirones, un contenedor inteligente que avisa cuando se llena, persianas que se bajan solas al detectar que empieza a llover, una "mano biónica" para favorecer la rehabilitación tras sufrir un ictus, una mochila escolar que alerta cuando lleva más peso de la cuenta... La lista podría ser la memoria de actividad de una oficina de patentes o el recuento de tareas pendientes de Elon Musk, pero su origen es mucho más cercano. Son solo algunos de los inventos que los alumnos del IES Jerónimo González han desarrollado en los últimos años con recursos limitados y grandes dosis de esfuerzo y creatividad.

Su labor -dirigida por la coordinadora del departamento de Tecnología del centro langreano, Rosana Álvarez- ha obtenido numerosos reconocimientos de ámbito regional y nacional en concursos vinculados con la robótica, la innovación y la tecnología. El IES de Sama ha ganado, por ejemplo, las tres últimas ediciones del Premio Impulso TIC, que promueven los Colegios Oficiales de Ingenieros en Informática (COIIPA) y de Graduados en Ingeniería Informática e Ingenieros Técnicos del Principado de Asturias (CITIPA).

"Son actividades que estimulan competencias clave de los alumnos como la creatividad, el trabajo en equipo, la toma de decisiones, la autocrítica o la capacidad de gestionar emociones", indica Rosana Álvarez, que añade: "A veces no se toma muy en serio a los chavales de estas edades porque son jóvenes, pero pueden aportar ideas interesantes. Pienso que habría que potenciar la colaboración en estos campos entre la Educación Secundaria y la Universidad para potenciar las vocaciones tecnológicas y científicas".

El último premio "Impulso TIC" recayó en el IES de Sama por su "mano robótica de rehabilitación", un diseño ideado para que el paciente, a través de unos sensores, replique técnicas de recuperación de fisioterapia para recuperar la movilidad. La creación de los estudiantes permite replicar en la mano los movimientos de la persona que lleva el guante. Para su aplicación práctica en un supuesto real se trabaja en la fabricación de un "exoesqueleto" que se podría poner al paciente en la mano. Esto permitiría reproducir los movimientos que realiza el fisio a distancia o dejarlos programados.

El año anterior se llevaron el galardón por su proyecto de "mochila inteligente", orientado a alertar al alumno de la sobrecarga de material escolar y de la posición adecuada sobre sus hombros. Para realizar el prototipo, el equipo del centro utilizó diferentes tecnologías como sensores, placas Arduino programables e impresoras 3D. En 2017 también resultaron vencedores en los premios Impulso TIC por el "contenedor inteligente", un llamativo sistema que incluso tuvieron oportunidad de presentar a la Reina Letizia en la visita que realizó al centro ese año.

Prototipo

El primer prototipo fue una caja de 36 centímetros de alto, 18,5 de ancho y 26,5 de largo. En ella pusieron a prueba el sistema, con cuatro sensores. Tres están interconectados: son los de presencia, movimiento y distancia. El primero reacciona cuando la basura entra en el contenedor, activa los otros dos para medir el peso y calcular la distancia libre dentro del depósito. Cuando se llena, a través de wifi, "avisa" a Cogersa para desocuparlo. Además, la información del uso de los contenedores se publica en una página web con acceso abierto para los vecinos. El cuarto sensor alerta a los bomberos si detecta una quema en el contenedor.

Otro de los inventos ha sido el "cazapirones" un sistema de alerta para prevenir el absentismo escolar. Consiste en un sensor de movimiento colocado en un muro del patio de centro que manda una alerta a la jefatura de estudios con una imagen de la persona que intenta abandonar el centro en horario lectivo. También se han ideados los "playeros linterna", con unas luces led acopladas al talón que saltan cuando se detecta oscuridad, y la "persiana inteligente", ideada para subir o bajar automáticamente dependiendo de la luz solar que llega y de la lluvia.