El musicólogo Ramón Sobrino estuvo en la Casa de la Buelga de Ciaño para hablar sobre "La música sinfónica española del siglo XIX", una conferencia auspiciada por la Universidad e Oviedo, el Ayuntamiento de Langreo y el Club LA NUEVA ESPAÑA en las Cuencas y organizada por la Asociación Cultural Cauce del Nalón.

Licenciado en Historia del Arte y doctor y catedrático desde el año 2006, Sobrino fue vicedecano de la Facultad de Geografía e Historia. El ponente destacó la labor que se está llevando a cabo en Europa recuperando el patrimonio, tanto el industrial como el artístico, si bien respecto a la música "tenemos mucha producción musical que hemos dejado morir y que hay que recuperar". "Hay catorce mil zarzuelas, óperas y obras españolas que apenas se conocen en nuestro país", expresó Sobrino. "Todos los países apuestan por sus autores y en países como Francia, Alemania hay una cuota de música nacional que han de interpretar las orquestas en sus conciertos y eso ocurre incluso en países como Noruega o Dinamarca con muy escasa producción musical, pero si miramos los programas de las orquestas españolas nos damos cuenta de que la presencia es mínima en los programas de sus conciertos", indicó Sobrino. Y añadió: "No puede ser que orquestas financiadas con dinero público no interpreten jamás música española o lo hagan de modo ínfimo como está ocurriendo en la actualidad".

El musicólogo habló de la figura de Pablo Sarasate y la Sociedad de Conciertos y de figuras como Jesús de Monasterio, un niño prodigio del violín nacido en Potes, Cantabria, que triunfó en la práctica totalidad de Europa, fue profesor en el Conservatorio de Madrid y llegó a ser director de la Sociedad de Conciertos. "Estrenó obras importantes y compuso música para violín y orquesta y otros instrumentos, si bien su música nunca se publicó, con lo cual es como si no existiera. Y eso no ha ocurrido solo con este autor sino que es tónica habitual", lamentó.

"El compositor más relevante de música sinfónica española de todo el siglo XIX es Miguel Marqués, un autor que tiene cinco sinfonías, cinco poemas sinfónicos y zarzuelas que tuvieron grandes éxitos en los teatros de Madrid", prosiguió. Marqués fue discípulo de Berlioz, según contó Sobrino, lo que le da a su obra un marcado aire europeo "si bien en ocasiones aparecen en su música rasgos españoles y andaluces". Sobrino dejó patente que a pesar de su importancia, Marqués es un desconocido del público español, alguien "a quien no conoce casi nadie, lo que deja patente el fracaso de un sistema que no es capaz de reconocer compositores de su grandeza y valía". Del mismo modo, habló de otros grandes autores, como Ruperto Chapí, conocido sobre todo por sus zarzuelas, o Tomás Bretón, "autor de obras tan célebres como la zarzuela La verbena de la Paloma o las Escenas Andaluzas entre muchísimas otras".