El profesor de la Universidad de Comillas, Sebastián Mora Rosado, protagonizó, bajo el título "Cultura y cooperación", la segunda conferencia de la XVI Semana Solidaria de Mieres que organizan la Fundación JuanSoñador y ADEC-Asturias con la colaboración del Ayuntamiento de Mieres, la Agencia Asturiana de Cooperación al Desarrollo y el Club LA NUEVA ESPAÑA de las Cuencas.

El acto fue presentado por Marga Domínguez, cooperante y miembro de la organización, que detalló el extenso historial del ponente, que ha ocupado cargos de gran relevancia, como la Secretaría Nacional de Cáritas e investigado fenómenos sociales como la exclusión severa. "Mora estudia cómo la cooperación puede interferir positiva y negativamente en los lugares y culturas en los que interviene", señaló Domínguez.

"Hablamos de cooperación como algo casi angelical cuando, en realidad, no es así", aclaró Sebastián Mora, experto en ética de cooperación al desarrollo y con gran experiencia "de calle" en casas de acogida de inmigrantes. "Vivimos en un mundo en estado de emergencia, con claros síntomas de agotamiento ecológico y cultural", refirió Mora, filósofo, teólogo y docente, que entiende que un vistazo a la realidad es suficiente para darse cuenta de esta situación. "Trump, el Brexit, el modo de hacer política en nuestro país, las migraciones forzosas, los refugiados, la destrucción y la desigualdad, los conflictos bélicos, todo ello evidencia el agotamiento que padecemos", recalcó Mora, que, sin embargo, ve también oportunidades y posibilidades en este tiempo cambiante. "Como dijo Ortega, no sabemos lo que nos pasa y eso es lo que nos pasa", añadió el profesor, que percibe un mundo que ha cambiado en su globalidad, en transición y cargado de preguntas sin respuestas.

"Al libro de la cooperación se le borraron las hojas", manifestó Mora en relación a la caída en picado de la ayuda pública y privada al desarrollo. "Hoy, el esfuerzo se concentra en la ayuda humanitaria para mitigar las catástrofes, de modo directo, eficaz y sin preguntas, con el único objetivo de salvar vidas. Lo que viene después, el desarrollo, queda olvidado", lamentó en ponente que llama la atención sobre cuatro situaciones que ponen en peligro el futuro: el problema demográfico -"hoy, cuatro abuelos cuidan de un nieto y dentro de unos años será a la inversa"-, la crisis democrática que ya afecta incluso a las sociedades más avanzadas, la desigualdad -"el acento económico del futuro"-, y la desvinculación, que lleva a la priorización del individuo frente a la comunidad. Asimismo, Mora habla de las cuatro revoluciones pendientes, la verde o ecológica, la violeta o feminista, ambas ya iniciadas, y las que están por venir, la referente a la movilidad humana forzada y la que combata la desigualdad y la exclusión.

Llegados a este punto, Sebastián Mora enfocó su disertación en la situación de la cooperación en España, que "en diez años experimentó un descenso económico del 75%, algo que no restó ni un voto y que las encuestas dictan que sólo interesa a menos de un tercio de la población", expuso. "El tema de las ONG también se ha polarizado, y actualmente produce desconfianza y decepción", añadió el ponente.

En cuanto a la relación entre cooperación y cultura, Mora expresó que los países donantes tienden a trasladar sus modelos de desarrollo a los lugares en los que intervienen, de un modo prácticamente colonizador. "El reto estriba en construir cultura sin aniquilar la cultura autóctona, manteniéndonos abiertos a aprender de los criterios de sostenibilidad y buen vivir de aquellas sociedades", añadió el profesor, que se pregunta si nos dejamos enseñar. "Creo en las culturas abiertas, que actúan en reciprocidad y simetría, con reconocimiento mutuo y respeto, y siempre sobre la base de los derechos humanos, que han de ser irrenunciables", concluyó.