El chalé de la calle Numa Guilhou, comprado por el Ayuntamiento de Mieres en 2009 para abordar el desarrollo del fallido Museo de la Toná, será rehabilitado en cuanto el Principado tramite la autorización para abordar las obras. El Ayuntamiento aún no puede acometer la actuación que en su momento anunció debido a que el proyecto requiere de una autorización especial de la Consejería de Cultura al tratarse de un inmueble catalogado.
El chalé conocido antiguamente como "la casa del Notario Justo Vigil" deberá pasar un nuevo invierno con una techumbre ineficaz. La intención del gobierno local era haber abordado a lo largo de 2018 la rehabilitación del tejado del histórico inmueble. El primer problema que surgió se circunscribió a la importante cobertura económica necesaria, ya que pronto se constató que sería necesario reconstruir por completo toda la estructura.
Finalmente, el Ayuntamiento redactó un proyecto, con un desembolso que rondará los cien mil euros. El documento está actualmente en manos de la Consejería de Cultura para que conceda el visto bueno a las obras. Y es que este inmueble está incluido en el Inventario del Patrimonio Cultural de Asturias, con lo que cuenta con protección.
Entre una cosa y otra, el inmueble sigue deteriorándose, un menoscabo que se intensifica durante el invierno debido a las constantes filtraciones de agua. Tras la adquisición del inmueble, hace ya una década, el Ayuntamiento de Mieres no realizó ningún trabajo para adecentarlo y con los ajustes económicos que vinieron luego el proyecto del Museo de la Tonada se quedó en nada.
El chalé, en el número 42 de la calle Numa Guilhou, no es un edificio cualquiera. En abril de 2007, la entonces Consejería de Cultura abrió el expediente para incluirlo en el ya citado Inventario del Patrimonio Cultural de Asturias, por lo tanto se trata de un inmueble protegido. El chalé fue construido en los años 1922 y 1923, y fue proyectado por el arquitecto de origen vasco Teodoro de Anasagasti y Algán (1880-1938). Este arquitecto, vinculado al grupo de profesionales de la revista "La Construcción Moderna" fue llamado a la villa mierense en tiempos del alcalde socialista Manuel Llaneza en la década de 1920 para colaborar en un ambicioso plan de obras públicas. El patente deterioro del edificio ha generado numerosos problemas a lo largo de los años. Operarios del Ayuntamiento de Mieres procedieron en 2012 a realizar obras de emergencia en el chalé para evitar la caída de cascotes en la acera. El inmueble, adquirido por el Consistorio para alojar el museo de la tonada estuvo acordonado entonces durante varias semana.
