La problemática que afecta a las personas transexuales fue objeto de la charla titulada "Violencias machistas y feminismo sin transfobia", dentro del ciclo de actividades de las Jornadas contra la violencia machista organizadas por el Ayuntamiento de Mieres, con la colaboración del Gobierno del Principado de Asturias y el Club LA NUEVA ESPAÑA de las Cuencas.

Moderó el acto Sonia Díaz Martínez, abogada del Centro Asesor de la Mujer, que puso de relieve los prejuicios sociales que afectan a la transexualidad. "Las encuestas son reveladoras del alto porcentaje de transexuales víctimas de maltratos, amenazas y discriminación, que las condena a la soledad y la ocultación de su identidad sexual". "Aún persiste la consideración legal de la transexualidad como si fuera una enfermedad", denunció Sonia Díaz.

La ingeniera Amanda Azañón, presidenta del colectivo Lesgavila, relató su experiencia vital a partir de una época en la que la transexualidad tenía la consideración de delito. "Yo no tomé la decisión sobre mi género, como nadie hace. Es algo muy interior, sobre lo que no tengo respuesta", confesó Azañón, prejubilada del sector de las nuevas tecnologías que desde que completó su cambio de identidad tomó conciencia del machismo presente en todos los ámbitos de la vida. "Ahí decidí que tenía que formar parte del feminismo", recordó. "Una mujer trans no es un extraterrestre; es una persona normal pero con más problemas, por su condición de mujer y, además, transexual", recalcó Azañón.

Yosune Álvarez, coordinadora de Xega y activista del colectivo LGTBI de Asturias, denunció que "las leyes no conceden espacio a las personas transexuales" y dejó patente la dificultad que entraña la visibilización pública de la transición hacia la nueva identidad. "Un transexual no tiene más remedio que hacer visible su transición, algo que las demás podemos ocultar", reconoció Álvarez, que pregunta por qué la sociedad da tanta importancia a la identidad de género. "Los derechos sexuales han de ser iguales para todas las personas", añadió la coordinadora de Xega, que percibe que el mensaje feminista diluye algunas formas de diversidad, como la transexualidad, lo que lleva a desencuentros importantes y reclama la aprobación de una ley integral de la transexualidad.

La consultora de género y diversidad Eva Irazu mostró su oposición a la presente consideración legal de violencia de género, que deja fuera de las estadísticas y sin protección a muchas víctimas. "Si se contaran todas las víctimas de la violencia machista, las cifras se duplicarían", aseveró Irazu, que reclama una igualdad real frente a la igualdad formal actual, "porque hablar de igualdad es reconocer que todos somos diferentes pero con los mismos derechos en ausencia de discriminaciones". "Las personas transexuales aún no tienen reconocida su identidad de género, lo que vulnera sus derechos y las condena a la invisibilidad", señaló la consultora, que, por último, llamó la atención acerca de la existencia de diversos feminismos. "Unos niegan y otros reconocen los derechos de las personas transexuales", concluyó.

Educación

Ariadne Cuevas, presidenta de la Asociación Mil Voces Violetas, comenzó asegurando que "el feminismo ha de ser global, inclusivo, dando voz a todas las diversidades". Cuevas llamó a acercarse a las diversas capas sociales e incidir en la educación. "En las aulas encontramos todas las clases y géneros; el feminismo ha de llegar a todas ellas".

La psicóloga y sexóloga Nayara Malnero resaltó que "los niños no tienen los problemas de comprensión de los adultos", y compartió su experiencia profesional, en la que advierte que la transexualidad continúa ocultándose. "El feminismo está logrando grandes avances pero aún queda mucho por hacer por las personas transexuales", dijo Malnero, que interviene en el programa "Saber vivir" de TVE, "donde, con mucho esfuerzo, conseguimos introducir el tema de la homosexualidad y confío en poder hacerlo en breve sobre la transexualidad".