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El Arzobispo oficia misa en Bustiello y califica su iglesia como "una preciosa página de humanidad"

El poblado minero celebró ayer los 125 años - de la construcción del templo con la presencia - de Reyes Güel, futura marquesa de Comillas

Reyes Güel, quinta por la izquierda, junto a la estatua de su bisabuelo. D. M.

La iglesia de Bustiello celebra los 125 años de su construcción. El templo ha sido testigo de dos dolorosos procesos de transición. El primero fue el que deparó el salto de una sociedad agraria, tradicional, a una minera, industrial. Ahora, asisten al proceso de cierre de los pozos de carbón, la actividad que le insufló vida a finales del siglo XIX. Los vecinos aprovecharon ayer la festividad de Santa Bárbara para evocar la historia de la iglesia que, por extensión, es la del poblado en su conjunto, declarado hace dos años Bien de Interés Cultural.

El arzobispo de Oviedo, Jesús Sanz Montes, ofició ayer una misa que sirvió de tributo a la labor del segundo Marqués de Comillas, Claudio López Bru. El gran referente minero del paternalismo industrial mandó construir la iglesia incluso antes de culminar el desarrollo del poblado. "Debemos mostrar nuestra gratitud por una pagina preciosa de humanidad y de compromiso social que continua con nosotros", señaló ayer Jesús Sanz Montes: "El marques de Comillas fue un cristiano comprometido con la doctrina social".

Entre los asistentes a la homilía estaba la biznieta de Claudio López Bru, futura marquesa de Comillas. Reyes Güel disculpó la ausencia de su padre, de edad avanzada, para a continuación reconocer que esta ha sido su primera visita a Bustiello: "No había venido nunca. Sólo había leído sobre Bustiello y visto fotografías. Es una gran ilusión ver este legado. Estoy sorprendida por la magnitud del enclave".

Las cariñosas palabras que el Arzobispo dedicó a López Bru tienen buena fundamentación. El empresario llegó a invertir unas 500.000 pesetas de la época en la construcción de la iglesia . El aristócrata también destinaría 150.000 pesetas para la reedificación de la parroquia de Ujo y destinaría otras 200.000 pesetas para hacer lo propio con las de Moreda y Santa Cruz. El religioso también destacó el legado dejado por la actividad minera. "Aunque los pozos mineros están ya casi todos cerrados, hoy nos acordamos de quienes dieron su vida en ese duro trabajo en el corazón de la tierra. Aquellos sudores por mantener honestamente a sus familias no deben caer en balde". La misa celebrada ayer en Bustiello fue cantada por el Orfeón de Mieres.

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