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JOSÉ SACRISTÁN | Actor

"Plataformas como Netflix son la mayor fuente de contratación para los actores"

"Me pone de mala leche lo que pasa en este país; la política es teatro, sí, pero con unos pésimos actores"

José Sacristán, en una representación de "Señora de rojo". PENTACIÓN

"Llámame Pepe, y trátame de tú". La conversación con José -Pepe- Sacristán (Chinchón, 1937) empieza así. Es uno de los actores más premiados y conocidos de España, protagonista en una ingente cantidad de obras, películas y series. Mañana viernes representa en Langreo "Señora de rojo sobre fondo gris", basada en la obra más personal de Miguel Delibes. No hay entradas desde hace semanas.

- Le hemos visto mucho trabajando en Asturias, sobre todo en Avilés. ¿Había estado antes en Langreo?

-He estado de paso. Tengo una debilidad particular por Asturias, porque he pasado grandes temporadas en casa de mi amigo Gonzalo Suárez, en Llanes.

- Muchos autores, entre ellos Pilar Miró, intentaron adaptar "Señora de rojo sobre fondo gris". Delibes no quiso. ¿Cómo lo convenció en su día?

-Miguel me autorizó a hacer una lectura dramatizada dos años antes de morir. Luego fueron sus hijos los que nos dieron el visto bueno, a José Sámano y a mí, para poder hacer la versión definitiva. Él ya había fallecido. Pero en efecto, en principio no quería que nadie le pusiese cara a este personaje, ni en cine ni en el teatro.

- No quería que le pusieran cara a él.

-Claro, me dijo que "no quiero que nadie le ponga cara porque ni yo le he puesto la mía". Él se protege en un personaje de ficción que se llama Nicolás y es un pintor, aunque todos sabemos que está hablando de él mismo.

- La obra es un monólogo de hora y media. ¿Cómo se enfrenta al público?

-Lo hago encantado de la vida, con esta obra tengo una doble satisfacción. Como actor es un personaje maravilloso, que da mucho juego. Y como persona tuve el privilegio de conocer a Miguel Delibes y la obra es como un homenaje a un amigo. Un privilegio del que disfruto, y así lo reconozco. Lo disfruto por partida doble, siendo actor, y como ciudadano.

- ¿Cómo espera que sea la reacción de los asistentes?

-La elección de llevar a las tablas "Señora de rojo sobre fondo gris" fue muy personal, que compartí con mi amigo José Sámano, que en paz descanse, fallecido hace poco (el 5 de octubre). Y estoy muy contento, estoy muy agradecido porque la respuesta de la gente hasta el momento no puede ser mejor.

- Visionando el documental de "Imprescindibles" sobre Delibes, se veía cómo él calificaba a su mujer Ángeles de Castro como su "motor". ¿Cómo le afectó la pérdida tan temprana, con esa disparidad de caracteres, él taciturno y ella siendo el "cascabel" de la casa, según los hijos?

-Era el complemento perfecto para él. Para Miguel fue un mazazo tremendo. Primero, por la brutalidad del hecho, ella murió con 48 años. Y luego, porque él decía que se fue lo mejor de sí mismo. Estuvo mucho tiempo sin poder hacer absolutamente nada, completamente paralizado.

- De Castro lo ayudaba a escribir, incluso lo animó a irse al extranjero, a Estados Unidos a dar clase...

-Ella de hecho fue quien le provocó más ganas de leer, de explorar y curiosear en la obra de otros autores que él no conocía. Llevó a Miguel a Proust y a muchos escritores más.

- Como amigo personal de Delibes, ¿llegaron a hablar de este sentimiento de pérdida?

-Hablamos muchísimo de la muerte. Yo lo conocí cuando preparaba otra obra suya, "La guerra de nuestros antepasados". Durante ese periodo falleció mi madre, y conversamos mucho de la pérdida, del dolor, y sobre todo de cómo la memoria del amor, si uno quiere de verdad, hace que esa persona no desaparezca del todo. Está con nosotros siempre y cuando la recordemos.

- Estos días se celebra en Madrid la Cumbre del Clima. El discurso de Delibes en su ingreso en la Real Academia Española es un clásico, casi el primer gran alegato ecologista español...

-Era un hombre muy preocupado y en contacto con la naturaleza, un hombre de campo. Efectivamente su discurso acabó siendo completamente premonitorio.

- Otro tema de moda en la obra de Delibes: la España vacía.

-Estaba en contacto permanente con su entorno, y su entorno informaba de una mirada sobre un mundo en abandono, con gente a la que prácticamente se la atropella.

- También escribió algunos personajes femeninos realmente potentes...

-Es curioso, porque el personaje de Menchu en "Cinco horas con Mario" es la otra cara de la moneda de "Señora de rojo sobre fondo gris". Pero también es un retrato que informa perfectamente de la mentalidad y de la posición de la mujer en la sociedad española de su tiempo.

- ¿Habría que reivindicar más la obra de Delibes, casi una década después de su muerte, y que parece estar de plena actualidad?

-Sí, hay que atender a la obra de gente que, como él, nos ha enseñado a conocernos y a saber cómo somos un poco mejor.

- Escuchando una entrevista con Pepa Fernández, decía que quería seguir trabajando como actor, pero tal vez sin involucrarse tanto en un proyecto. ¿Cómo están ahora los ánimos?

-La satisfacción que me produce hacer "Señora de rojo sobre fondo gris" va más allá de mi condición de actor, afecta a mi condición de ciudadano. Va a ser muy difícil, por no decir imposible, que encuentre otro texto que me satisfaga tanto, que me llene tanto. No hablo ni de cansancio, ni de esfuerzo, simplemente entiendo que será muy difícil que encuentre algo que sea equivalente. Además, tengo compromiso con la obra hasta 2021. Cuando esto acabe, ya hablaremos.

- Simultanea las representaciones con la grabación de series, películas, ¿en qué está trabajando, además de en esta obra?

-El lunes precisamente estuve grabando "Alta mar", la tercera temporada de una serie para "Netflix" que produce "Bambú".

- Hablamos de "Netflix", de las grandes plataformas audiovisuales. Son un cambio total en la forma de consumir y producir televisión y cine, ¿qué le parece esta evolución?

-Está ahí, y en general me parece bien, porque el nivel de calidad de la ficción en España es estupendo, bastante bueno en general, a veces formidable. Alguno añora o echa de menos las salas de cine de barrio, lo entiendo, pero eso pertenece ya a otro tiempo. Ya pasó, y hay que vivir con el presente, y el presente es esto. Para qué vamos a rasgarnos las vestiduras. Ahora es la mayor fuente de contratación para el sector audiovisual, desde los actores a los técnicos, para un montón de gente.

- Como actor, amante del teatro, gran lector... ¿Qué obra, libro, película puede recomendar?

-En la línea de hablar de literatura, Miguel Delibes, y también Antonio Machado, sus obras son referencia para mi. Vuelvo a él permanentemente. Por lo demás, recomendar, hay tanta oferta interesante, que hay que elegir. Estoy terminando de leer ahora una novela de mi amigo Gonzalo Suárez, "La musa intrusa", y tengo pendiente de empezar la última novela de Eduardo Mendoza, "El negociado del yin y el yan". Él también es un gran amigo.

- ¿Quiere que hablemos de política?

-No, no, mejor no, porque me pongo de muy mala leche con esto de la política, con lo que está pasando en este país.

- La política es también un poco teatro ¿no?

-Sí, siempre ha sido un espectáculo. Pero los políticos son pésimos actores generalmente. Pero la situación está en un punto tan delicado que prefiero no hablar, me pongo de mala leche.

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