No se recordaba en Mieres que un presidente del Principado estuviera presente en la celebración de Santa Bárbara. Adrián Barbón enalteció ayer el legado minero en toda su extensión sociocultural y política: "Se me achaca en ocasiones un excesivo optimismo. No es optimismo lo que me inunda, es la herencia de la tierra en la que nací y en la que aprendí a luchar la que me obliga a no rendirme", indicó el dirigente regional. "Confunden optimismo con no rendirse y eso es lo que hemos aprendido todos aquí. Llega un último tren al que nos tenemos que subir, pero lo haremos con nuestros valores y forma de entender la vida".
Aníbal Vázquez coincidió en lo metafórico con Barbón a la hora de representar el momento actual de la minería: "Hay 5.000 millones de la Unión Europea para ayudas y Alemania apunta que sólo deben ser para regiones en transición con minería operativa. Nosotros si no fuera por el pozo Nicolasa nos quedaríamos fuera de esa categoría. Debemos disponer de una parte de esos fondos. Es el último tren y queremos estar (los alcaldes mineros) en todas aquellas mesas en las que se debatan decisiones que nos incumban".
La celebración de las fiesta de la patrona minera reunió en Mieres a decenas de personas, empezando por una amplia representación de alcaldes, diputados regionales y sindicalistas. Estuvo también presente Luis Castaño Colina, cónsul honorario de la República Checa, en Asturias. Y es que cuatro de los mineros fallecidos en Nicolasa, en 1995, eran de esa nacionalidad. El presidente de la asociación "Santa Bárbara", Felipe Burón, destacó la necesidad de "seguir recordando a los que perdieron la vida, amigos y compañeros".
Adrián Barbón subrayó la necesidad de reconocer el sacrificio de generaciones de mineros asturianos: "Soy un producto de la lucha de los mineros. Desde la generación de mis tatarabuelos todos los míos han sido mineros", indicó. Y añadió: "Son tiempos de cambio, pero debemos afrontar la actual transición sin renunciar a nuestra identidad, manteniendo nuestra cultura y forma de entender la vida, la reivindicación y la solidaridad".
El secretario general del SOMA, José Luis Alperi, recordó que hace un año el sector se enfrentaba a un momento de gran incertidumbre: "Ha cambiado el panorama y optamos por ver el vaso medio lleno". El plan minero "está dando sus primeros pasos, concretando la bolsa de excedentes, trabajando para comenzar la restauración medioambiental". Y el acuerdo de Hunosa "está sentando las bases para su transformación en una empresa medioambiental y energética con la hibridación con biomasa de la térmica de La Pereda y con otras iniciativas como el aprovechamiento del patrimonio industrial o la posibilidad de poner en marcha un centro nacional de rescates aprovechando los conocimientos de la Brigada Minera".