El cese de la actividad de la térmica de Lada puede ser una "oportunidad histórica" para la regeneración urbana de Langreo. Así lo creen los geógrafos y urbanistas consultados por este diario, que abogan por dar a los actuales terrenos que ocupa la central unos "usos urbanos" y desplazar a otras áreas del concejo las posibles alternativas industriales que se puedan generar como consecuencia del desmantelamiento del complejo termoeléctrico.
La eléctrica Iberdrola está a la espera de recibir la autorización del Gobierno para proceder al cierre de la térmica, una petición realizada hace dos años. En cualquier caso, la planta deberá cerrar en el verano de 2020 al no haber adaptado sus equipos a la nueva normativa ambiental, con lo que el cierre es inminente.
Víctor García Oviedo es arquitecto y coordina el grupo de trabajo impulsado por el Colegio de Arquitectos de Asturias para plantear propuesta sobre la configuración del área metropolitana central de la región. Pasó parte de su infancia en La Felguera, por lo que conoce la evolución de la zona sobradamente. "Cuando yo era niño, La Felguera era una ciudad metida dentro de una fábrica. Ahora las cosas han cambiado y debemos pensar qué futuro queremos para esta zona porque puede ser una gran oportunidad para acometer una gran regeneración urbana, territorial y ambiental".
A juicio de García Oviedo "no se puede caer en la visión cortoplacista y apresurada de poner una industria en el mismo sitio cuando se va otra. Debemos ser capaces de desarrollar alternativas de empleo en otros espacios. Lo que le falta a Asturias no es suelo industrial, es tratar de mejorar la calidad de vida", indicó el arquitecto, que esgrimió que "los nuevos fondos que parece que van a llegar debido a la descarbonización" pueden ayudar en la tarea.
El caso de la térmica de Lada -una parcela de 264.000 metros cuadrados junto a la que hay otros 200.000 metros libres de los terrenos de Nitrastur- debe abordarse desde una visión global, "replanteándose todo el planeamiento urbano de La Felguera. Porque, además, puede ser la punta de lanza y el modelo a seguir del modelo de desarrollo que queremos para el resto del Valle".
El geógrafo Faustino Suárez Antuña también opina que se trata de una "oportunidad histórica" desde un punto de vista urbanístico. "Hay que poner en marcha medidas que contribuyan a mejorar la calidad de vida en estos territorios porque, de lo contrario, vamos a quedarnos solos", señaló el experto. Por ese motivo, Suárez aboga por llevar a otros espacios industriales la actividad que se genere como alternativa al cierre de la térmica y dedicar a "usos urbanos" los terrenos que ocupa actualmente la planta.
"Se trata de una pieza central en el desarrollo urbano de Langreo y creo que debería destinarse a la creación de equipamientos, parque o incluso espacios residenciales que contribuyan a la integración de toda la zona. Tampoco hay que olvidar que es la fachada de entrada al Valle, lo primero que uno ve cuando llega a La Felguera por el Corredor del Nalón", concluye Faustino Suárez Antuña al hablar sobre este espacio que hoy ocupa la térmica.
