El equipamiento turístico supera los 26.000 visitantes durante este año. Hace dos semanas el Ecomuseo Minero Valle de Samuño alcanzó esta cifra, según aseguraron los gestores de la instalación que abrió sus puertas en junio de 2013.
En la primera etapa fue gestionado por la empresa pública Tragsa. En 2017 el Ayuntamiento de Langreo puso en marcha un concurso para seleccionar a una compañía para dirigir el equipamiento. El Ayuntamiento vinculó la aportación municipal a abonar a la empresa al número de visitantes del equipamiento.
La cantidad que tendría que pagar el Consistorio, según establecía el pliego de condiciones, era de 80.000 euros anuales aunque esta cifra iría descendiendo progresivamente si el número de visitantes no llega a los 28.000. Si el ecomuseo superase esas entradas vendidas, la adjudicataria percibirá el 50% de los ingresos de taquilla y el otro 50% sería para el Ayuntamiento, que lo destinaría bien a inversiones o a promoción del equipamiento. El pliego técnico reflejaba que la nueva compañía gestora de la instalación recibiría la recaudación de la venta de las entradas, del bar y de la tienda de souvenirs.
En los primeros años de funcionamiento, el Ecomuseo Minero Valle de Samuño incrementó sus contenidos museísticos. La recreación de la casa de aseos del pozo San Luis, en la que se instaló material del pozo Candín y de la Camocha similar a los que tuvo el pozo langreano cuando estaba en funcionamiento, y el botiquín fueron dos de los nuevos espacios inaugurados.
