Lo mismo da que cante o que hable, Víctor Manuel siempre llena en su Mieres. Y esta tarde lo hizo, no quedó ni una butaca libre en el Auditorio "Teodoro Cuesta", en un encuentro. Un acto organizado por el I Centenario de la Biblioteca "Vital Aza", presentado por su directora, Elena Losa.

Ella preguntaba y Víctor Manuel respondía. Un Víctor Manuel más relajado y más cercano que nunca. Repasó sus inicios en Madrid, los de un "guaje" de diecisiete años al que le podían las ganas.

Y confesó que, entonces, la composición era "espontaneidad pura". Detrás de letras como "Paxarinos" hay "dos botellines de sidra". Una creatividad que fue refinando y que le convirtió en lo que es. Contra todo pronóstico: "Yo pensé que iba a ganar unes perres en Madrid y que volvería aquí, a montar una cafetería".

La biblioteca de Mieres está celebrando su centenario por todo la alto. De hecho, el encuentro literario de esta tarde con Víctor Manuel es uno más de los actos destacados que se han organizado en los últimos meses.