Autodefensa para el cuerpo y para las emociones. Cerca de medio centenar de mujeres, en Mieres y Turón, han participado durante las últimas semanas en un curso pionero para defenderse de posibles agresiones de violencia machista. Es pionero porque no solo ha enseñado "llaves", también ha ofrecido asesoramiento jurídico y apoyo emocional. Estuvo organizado por la Concejalía de Igualdad y Feminismo del Ayuntamiento de Mieres, la Policía Local de Mieres y en colaboración con el colegio de Criminólogos y la Federación Asturiana de Lucha.

Primero, la teoría. El agente Ricardo Ortea, uno de los responsables del curso, explica que "más que práctica, aquí han aprendido estrategia". Identificar al posible agresor para ponerse en alerta y métodos para evitar la confrontación y zafarse del ataque: cómo deshacerse de unas manos que agarran por el cuello, como salir del suelo con una persona encima, cómo agacharse a tiempo y poder correr? La clave, según Ortea, es "ganar tiempo hasta que alguien pueda avisar a los cuerpos de seguridad".

Después, la práctica. La pequeña Alba González está en el suelo, ha sufrido un ataque en la calle. Sobre el tatami, practica lo que ha aprendido en el taller durante las últimas semanas: "Tengo que dar patadas hacia arriba y vueltas sobre mí misma hasta que consiga salir", explica. Su madre, Noelia Requejo, afirma que este taller ha sido "muy satisfactorio". "No es que ahora salgamos tranquilas del todo por la noche, porque no podemos, pero sí que estamos más alerta y sabemos, al menos en la teoría, como nos podemos defender. Claro que, en una situación así, nadie sabe cómo reaccionará", matiza.

Todas se sientan en el tatami tras la práctica, es el momento de hablar. Julio Muñiz, Criminólogo del Colegio Oficial del Principado de Asturias y Director Técnico de Enseñanzas de Luchas Olímpicas en la Federación Asturiana, explica que "este tipo de talleres son recomendables para todas las edades, pero prestamos especial atención a las jóvenes. Concretamente, estudiantes de Bachillerato y Educación Secundaria". "Queremos que todas las mujeres puedan salir sabiendo como afrontar este tipo de situaciones", añade.

Por eso también reciben asesoramiento de la jurista Ana Rodríguez. Las dudas que más se han presentado durante el desarrollo del curso están relacionadas con los recursos a los que pueden recurrir en caso de ser víctimas de violencia machista. "Tienen que saber que hay un Centro Asesor de la Mujer en Mieres que ofrece un trabajo intachable, cualquier mujer puede ir a buscar ayuda. También hay asociaciones que hacen un trabajo muy importante", destaca la jurista.

El protocolo

El objetivo del taller es evitar los ataques. Pero, sobre el tatami, también cuestionan qué hacer si la agresión llega ocurrir. Ana Rodríguez recomienda, especialmente a las chicas más jóvenes, tener "una persona de máxima confianza en el entorno". "Si no es la madre, puede ser una tía o una prima", matiza. Desde su punto de vista, es "esencial" estar acompañada "durante todo el proceso": desde el centro de salud hasta el juzgado.

"El protocolo en caso de agresiones sexuales es muy completo y se sigue siempre", añade. Hace hincapié en los casos más "difíciles" para las mujeres, como las jóvenes que se ven agredidas dentro de su pareja o en una primera cita con un conocido: "El apoyo del entorno es fundamental", reitera la experta.

Como el que encuentran en el Ayuntamiento. Fue la concejala de Igualdad y Feminismo, Nuria Ordóñez, la que impulsó esta formación. "Nos lo habían pedido mucho y el resultado no puede ser mejor. Todas me han transmitido que están satisfechas, que pondrían una nota de veinte sobre diez". Seguramente habrá más ediciones, aunque aún está sin confirmar la fecha de la próxima.

La concejala agradece la colaboración del agente Ortea, al frente del curso durante las doce sesiones y también del jefe de la Policía Local, Rafael Carramal. "Todos tenemos la misma meta", afirma Ordóñez. Objetivo: que las mujeres se sientan más seguras cuando caminan solas por la calle.