"Mieres parece en algunas zonas un campo de minas". Así definían algunos vecinos no hace muchas fechas la situación de las calles de la villa, llenas de excrementos de perros, que sus maleducados dueños eluden recoger. Un claro problema de convivencia al que el Ayuntamiento de Mieres pretende poner solución. Y lo hará a través de la nueva ordenanza de tenencia de animales, cuya redacción se está ultimando, y que multiplicará por 10 las sanciones actuales por no recoger las defecaciones de las mascotas en vía pública.
El gobierno local ya tiene casi cerrada la nueva legislación municipal que regirá la tenencia de animales. El área de Medio Ambiente, y en concreto la concejalía que dirige Sergio Gutiérrez, ya ha presentado el último borrador del texto a los grupos municipales. Y en este documento se especifica que las sanciones por no recoger los excrementos en la calle serán mucho más elevadas que las actuales, y oscilarán entre los 350 y los 700 euros. Una cuantía que viene a multiplicar por más de 10 la sanción máxima actual, que es de 60 euros. De hecho, si los dueños se acogen al pronto pago, en los primeros quince días después de recibir la sanción, esa cantidad se reduce a escasos 30 euros. Una cantidad muy poco coercitiva para muchos vecinos. "Tenemos que actuar de forma contundente para arreglar los problemas de convivencia generados por esta cuestión", señaló la responsable del área de Medio Ambiente del Gobierno local, Delia Campomanes.
La edil mierense también señaló que la idea, una vez se ponga en marcha esta nueva ordenanza, será la de reforzar la vigilancia de las calles por parte de la Policía Local. "Ahora mismo se ponen multas por no recoger los excrementos de los perros, pero quizá no son lo suficientemente elevadas para que la gente se conciencie de la situación", explicó.
Además, también se articulará un plan de sensibilización: "Seguramente tengamos que hacer una campaña pública, dando algún dispensador de bolsas o colocando más papeleras especiales y facilitando las bolsas, pero lo importante es que los vecinos se conciencien de que esta situación no puede seguir dándose", indicó Campomanes. La concejala de IU agregó que su partido defiende a capa y espada "el respeto y los derechos absolutos para los animales, y siempre vamos a ir en el sentido del bienestar animal". Pero agregó que esto no es óbice "para que se exija a los propietarios que cumplan con sus obligaciones".
La realidad es que en los últimos tiempos, especialmente con la llegada del invierno, son muchas calles de Mieres, tanto en el centro como en los barrios del extrarradio, en las que cada pocos pasos hay que esquivar alguna deposición canina. Las protestas vecinales son constantes y el run run sobre la suciedad de las calles también es habitual en las tertulias. Y el Ayuntamiento de Mieres ha tomado nota con la idea de poner en marcha un plan que resuelva, nunca mejor dicho, el marrón.
