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El infierno abrió una puerta en Cabañaquinta

Las llamas devoran una casa en la localidad allerana: "Nos salvó que el viento tiraba para el otro lado", dicen los vecinos

La estancia en la que pudo originarse el fuego, con la chimenea al fondo. C. M. B.

-Isabel, sal rápido, que está quemando la casa de tu prima.

El grito despertó en el acto a Isabel Díaz. Tardó unos segundos en darse cuenta del peligro que corrían ella, su hijo y su madre . La casa de su prima, reformada hace poco, está a menos de veinte metros. Abrió la puerta y vio las llamas que devoraban el inmueble: "Parecía el infierno".

El incendio de la vivienda, en la Avenida de la Constitución, generó en la madrugada de ayer una gran alarma en la localidad. Los bomberos, trasladados a la capital allerana desde los parques de Mieres, Proaza y La Morgal, sumaron esfuerzos para evitar que el fuego se propagase por el casco urbano. Gracias a su diligente actuación, en coordinación con la Guardia Civil, no hubo que lamentar daños personales. La casa -que, afortunadamente, sus propietarios solo ocupaban los fines de semana- quedó calcinada por completo.

Eran las cuatro de la mañana cuando Isabel Díaz escuchó a uno de sus vecinos llamarla. "Él ya había avisado a los bomberos, nosotros no nos habíamos dado cuenta de nada porque el aire llevaba el olor y el calor de las llamas hacia la otra parte (hacia el centro de Cabañaquinta)", explicó. Una suerte que pudo salvarles la vida.

Despertó a su hijo y a su madre. Agentes de la Guardia Civil les dijeron que tenían que abandonar la casa de inmediato. Se situaron a unos cincuenta metros de la vivienda, y siguieron las labores de los bomberos. Los diez efectivos, que estuvieron coordinados por el Jefe de Zona Centro, llegaron al lugar con dos autoescaleras, tres vehículos de primera salida, una autobomba forestal y un vehículo ligero.

La ubicación de la vivienda, en el centro urbano, obligó a los bomberos a centrar sus esfuerzos en frenar el avance del incendio. "Se realizó un ataque defensivo desde el exterior, para lo que utilizaron inicialmente dos líneas de agua, una desde la calle y otra desde la autoescalera", explicaron desde el Servicio de Emergencias del Principado de Asturias (SEPA). Lograron "confinar" las llamas poco antes de las seis y tardaron otros cuarenta y cinco minutos en dar por controlado el incendio.

"Yo no sabría decir cuánto tiempo estuvimos fuera, la verdad que yo sigo un poco en shock", lamentó Díaz. Los bomberos completaron la actuación con tareas de saneamiento y refrigeración y utilizaron la cámara de imágenes térmicas para comprobar los puntos calientes. No se ha confirmado el origen del incendio, que pudo comenzar con un cortocircuito o el calentamiento de una chimenea en la planta baja de la casa. Los últimos bomberos que se retiraron del lugar llegaron a la base a las ocho .

Visitaron el lugar, durante el día de ayer, en varias ocasiones. La casa está precintada. "Nos da algo de pena", dice Díaz. Mira a lo largo de la Avenida Constitución y respira: "Afortunadamente, no le pasó nada a nadie. Es el alivio más grande".

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