Que en algún sector de la población de Mieres hay una "perrofobia" parece una evidencia. A los ataques perpetrados en los dos últimos meses contra el parque canino que se sitúa en las inmediaciones del campus de Barredo se sumó ayer una nueva acción contra las mascotas. Algunos vecinos denunciaron en las redes sociales la aparición de trozos de carne con alfileres en el barrio de San Pedro, concretamente en la calle Rosalía de Castro.
Precisamente el perro de una vecina fue el que se puso a comer este envenenado manjar durante un paseo matutino. La rápida actuación de sus dueños, que se percataron de que animal había cogido algo, evitó que se tragase el trozo de carne y sufrir un problema mayor.
Los ataques a las mascotas por parte de desconocidos se han incrementado en los últimos meses. Fue primero en octubre cuando el Ayuntamiento de Mieres tuvo que cerrar el parque canino del campus, al ser envenenados dos perros que comieron chucherías con raticida que alguien había dejado en el espacio acotado para las mascotas. Los dos animales tuvieron que ser ingresados en una clínica veterinaria, y el espacio permaneció varios días cerrados.
Hace apenas unos días, la situación en el parque de perros del campus se volvió a repetir, aunque en esa ocasión, ningún animal resultó herido, ya que los dueños de las mascotas se percataron de que había golosinas caninas envenenadas. El Ayuntamiento de Mieres se planteó instalar cámaras de seguridad, pero rehusó, y pide civismo a los vecinos.
