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Las consecuencias del cierre de minas

La generación eléctrica con carbón en España se redujo un 80% respecto a 2018

El mineral se situó en octubre como séptima fuente de producción, una tendencia que le lleva a peder la mitad del peso que tenía en el sistema

La central térmica de Soto de la Barca, en Tineo. MIKI LÓPEZ

El cierre de la minería española y las políticas de reducción de emisiones a la atmósfera han conllevado un tremendo descenso en la generación eléctrica con carbón. El mes de octubre, último del que se conocen datos, es un claro ejemplo: la energía producida en las centrales térmicas ha sido un 80 por ciento inferior a la que se fabricó el mismo mes del pasado año. De las explotaciones españolas ya no sale carbón, y de sus centrales tampoco sale ya energía.

Los datos que ofrece en su boletín mensual Red Eléctrica de España (REE) son claros y tajantes. En el mes de octubre de este año 2019, la generación de energía eléctrica con carbón apenas llegó al 3,4 por ciento del "mix" en España, siendo la séptima fuente del país. El año pasado, en las mismas fechas, el peso del mineral era muchísimo más elevado, ya que se situaba como la tercera alternativa de producción eléctrica (16,1 por ciento del total), solamente por detrás de la energía nuclear (24,6 por ciento) y la energía eólica (20,5).

Sin embargo, fuentes como la hidráulica (5,6) por ciento o la solar fotovoltaica (3,8) han tenido más peso este año en el "mix" energético nacional que el mineral, en el que se incluye tanto la electricidad generada con carbón nacional como la producida con el de importación. Además de las dos citadas, por delante del carbón también pasaron la cogeneración (12,5 por ciento del total), la eólica (18,7 por ciento) o la nuclear (22,8 por ciento). El sistema de producción del que más se tiró durante el mes de octubre de este año fueron los ciclos combinados, que aportaron más de una cuarta parte del total de la electricidad producida (28,3 por ciento).

Tendencia

El informe de Red Eléctrica de España deja clara la tendencia de descarbonización que el país ha vivido este año. Los datos de la comparación entre octubre de 2018 y 2019, con una descenso del 79,9 por ciento en lo referente al carbón, es solo un ejemplo de la línea que se ha venido dando todo el año. En el computo de los diez primeros meses del año, la caída de la generación eléctrica con mineral ha sido de un 65,4 por ciento, respecto al mismo periodo del año anterior. Y si se toma en cuenta el año móvil, es decir, los últimos doce meses analizados, el descenso también es notable, de un 55,4 por ciento. La energía producida en las centrales térmicas españolas es, sin ningún género de dudas, la que más terreno ha cedido en el último año. Los datos reflejan que el carbón está de capa caída.

En el otro lado de la balanza, es decir, la fuente que más ha crecido, tiene un claro exponente. La pérdida de generación con carbón ha beneficiado directamente a los ciclos combinados de gas, que se han convertido en una pieza fundamental en el sistema a tenor de las cifras ofrecidas por REE. Entre octubre de 2018 y el mismo mes de este año, la producción eléctrica en las centrales de gas se ha incrementado un 81,2 por ciento. Solamente entre enero y octubre, esa cifra se eleva hasta 118,8 por ciento.

En cuanto a la electricidad total producida, España mantuvo su nivel de demanda en el mes de octubre de este ejercicio respecto al anterior, con una caída de menos del 1 por ciento. Cifras similares a las que se vienen dando en el acumulado anual y en el año natural, donde también se ha requerido de menos energía que el ejercicio anterior, pero en niveles poco significativos.

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