Los dos frentes de ensanche urbano que Mieres alumbró a principios de siglo tras una larga y farragosa tramitación han experimentado una transformación notable sobre los proyectos originales. La mutación más significativa se circunscribe esencialmente a una permuta de pisos por coches.
En la Mayacina se han construido 540 de las 711 viviendas proyectadas inicialmente. Son por tanto 171 los pisos que se han quedado de momento sin ejecutar tras algo más de una década de sucesivas actuaciones. En breve, el Ayuntamiento de Mieres tiene previsto desarrollar una bolsa de aparcamiento en el barrio para, al tiempo, liberar la gran parcela central de la Mayacina para su transformación en un parque.
Los estacionamientos se ubicarán en dos parcelas anexas, en la zona Sur del barrio. Serán habilitadas con asfaltado, creación de viales y ordenación de los espacios a través de delimitación de aparcamientos. En ese lugar se pretenden habilitar 300 plazas. En el proyecto original del plan Vasco-Mayacina no estaba contemplada esta actuación.
La dificultad para culminar el desarrollo inmobiliario, la renuncia al parking subterráneo y la renuncia a los equipamientos inicialmente proyectados (centro escénico y nuevo ayuntamiento), ha dejado en la Mayacina bastante suelo libre que, en buena parte, será destinado a estacionamientos en superficie.
La permuta de pisos por aparcamientos es aún más manifiesta en Oñón. En la Mayacina se ha cubierto al menos tres cuartas partes del plan urbano. En el caso de Oñón, el plan afecta a una parcela de 23.363 metros cuadrados, de los que 7.133 se iban a destinar a zonas verdes y otros 900 a equipamientos. En cuanto al espacio residencial, se preveían varios edificios, con un total de 222 viviendas y un porcentaje de pisos protegidos que nunca se concretó. Este asunto llegó a generar cierta polémica en el Ayuntamiento, ya que Sogepsa estimaba en un principio que todas las viviendas a desarrollar fuesen de promoción libre. Al final, la discusión resulto una pérdida de tiempo, ya que nada se ha edificado. El Ayuntamiento ha optado por el pragmatismo a la hora de plantear un aprovechamiento a medio plazo de los terrenos de Oñón. Así, ha cambiado un proyecto de 200 pisos por uno de 300 aparcamientos. Al menos provisionalmente, ya que el gobierno local matiza que en 2023, cuando caduque el convenio de cesión de la parcela, valorará de nuevo la viabilidad de poder ejecutar el plan urbano inicial.
El rediseño vial
Entre Oñón y la Mayacina son casi 400 los pisos que se han dejado de construir partiendo de los iniciales planes urbanísticos de ambos barrios. Por contra, son unos 600 los aparcamientos que se crearán o ya están en servicio en estas céntricas parcelas. Se trata de una cifra superior a la recogida en el fallido parking subterráneo de la Mayacina. El estudio de viabilidad establecía tres alternativas, con 527, 507 y 487 estacionamientos. Un total de 165 hubieran salido directamente a la venta. Además, se pretendía reservar otro centenar de plazas para abonados, bien de 24 horas o de media jornada. De esta forma, hubieran quedado entre 262 y 222 aparcamientos para el uso rotatorio.
