El Principado ha comenzado a ejecutar obras en las piscinas de Pénjamo -cerradas desde hace una década- para reforzar la seguridad y evitar accidentes en el complejo, a la espera de que cristalice el plan para recuperar sus usos deportivos.

Así lo explicó ayer la alcaldesa de Langreo, Carmen Arbesú, que apuntó que las tareas se centrarán en vaciar las piscinas exteriores, tapiar el acceso al edificio y colocar una valla perimetral. "Ya habíamos comunicado al Principado la necesidad de llevar a cabo una actuación urgente para preservar la seguridad. Se trata de una intervención transitoria, hasta que se redacte el proyecto sobre la actuación integral que se pretende desarrollar en este espacio", indicó.

La propia consejera de Cultura, Berta Piñán, en una comparecencia en la Junta General del Principado celebrada hace dos meses esgrimió que "hay un río subterráneo que alimenta de agua las piscinas desde abajo; es un agua en un estado de putrefacción y llena de objetos. Hubo un cierre perimetral y se lo han llevado trozo a trozo".

En aquella ocasión, el portavoz e integrante del colectivo "Güesperón" de Pénjamo, Rubén Cámara, instó al Principado a agilizar el cierre perimetral de las piscinas del barrio felguerino para "evitar que haya una desgracia". El representante vecinal avaló la denuncia pública realizada por el diputado de Podemos, Rafael Palacios, y aseguró que "hay chavales que se bañan en las piscinas y que andan por el tejado de las instalaciones y cualquier día puede haber una desgracia. Es prioritario mejorar la seguridad de la zona con la instalación cuanto antes del cierre perimetral".