Sobre el papel, Langreo tiene a la mejor joven diseñadora de moda de España. Juncal Martínez Beiro, de 26 años, se ha impuesto junto a María Menéndez -natural de Bimenes (25 años) y compañera suya en la Escuela de Patronaje y Confección de Oviedo (Epyco)- en la categoría "Emergente" (para menores de treinta años) del Concurso Nacional de Vestidos de Papel de Mollerussa. No fue el único galardón que se trajeron de tierras catalanas. También obtuvieron el segundo premio en el apartado de "Fantasía". En ambos casos lo hicieron con dos creaciones inspiradas en el universo de Salvador Dalí, que sobresalieron entre los más de setenta diseños presentados al certamen.
"Estamos muy contentas porque hay personas y asociaciones que se dedican única y exclusivamente todo el año a trabajar para este certamen, que tiene una trayectoria de más de medio siglo", explicó Martínez Beiro, que agradeció el apoyo de Cristina Herrero, responsable de la Epyco, y la implicación de Ana Peñalva, la modelo que lució los trajes en el concurso celebrado en Cataluña.
Los vestidos premiados han pasado a formar parte de la colección del Museo de Vestidos de Papel de Mollerussa. A esta paso tendrán que habilitar una sala específica para la joven langreana, que en 2018 quedó segunda en la categoría "Emergente" con el vestido "El síndrome de Alicia" y el año anterior se impuso en el apartado "Fantasía" con el "El beso de Orian", influenciado por la obra de Gustav Klimt y el Japón antiguo.
En este ocasión la inspiración ha llegado de otro pintor, Salvador Dalí, y del Japón actual. El traje "Lulita Pompom" (ganador en emergente) se basa en un cuento del artista catalán que, según algunos expertos, inspiró la "Lolita" de Nabokov. El vestido también remite a la estética del movimiento "Lolita", que surgió como respuesta de las jóvenes japonesas que no querían formar parte de la sociedad conservadora del país asiático.
Por su parte, el vestido "La torre de Galatea", (segundo en "Fantasía"), fusiona dos cuadros emblemáticos de Dalí: "Mujer con cabeza de rosas" y "Jirafa en llamas": "Hemos querido acercarnos a ese mundo surrealistas, en el que se difumina la frontera entre lo real y lo que no lo es". Los trajes tienen que ser íntegramente realizados con papel y, además, estar cosidos o bordados, sin utilizar pegamento. "No soy capaz de calcular el tiempo que nos llevó hacer los trajes porque no solo hay que diseñarlos y ejecutarlos. Hay una labor muy importante detrás de investigación de los papeles que vas a utilizar", indicó Juncal Martínez.
"En el caso de 'La torre de Galatea', por ejemplo, creo que llamaron mucho la atención los efectos y las texturas que conseguimos con el corpiño, que parecía de cuero, o con la pierna, que parecía de acero", asegura la diseñadora langreana.
