La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

La actividad del complejo termoeléctrico del Valle

El último aliento de la térmica de Lada

La central, tras un año parada, vuelve a producir durante seis semanas para agotar el carbón almacenado, a la espera de que se autorice el cierre

Las instalaciones de la térmica de Lada, en funcionamiento, en una imagen tomada ayer. L. M. D.

La central térmica de Lada vuelve a producir electricidad después de casi un año sin funcionar. La medida obedece a la intención de agotar las reservas de carbón que todavía tiene el complejo termoeléctrico langreano, propiedad de Iberdrola. La estimación es que siga funcionando durante un mes y medio aproximadamente para acabar el mineral almacenado. Posteriormente, volverá a dejar de producir de forma indefinida, a la espera de recibir la autorización del Ministerio para la Transición Ecológica para proceder al cierre de la instalación, una solicitud que ya fue presentada formalmente hace más de dos años.

La térmica langreana comenzó a producir de nuevo a mediados de esta semana. La última vez que se había quemado carbón fue en febrero del pasado año. La vuelta a la actividad de la central será limitada, según explicaron a este diario responsables de la compañía vasca. "Iberdrola ha iniciado el arranque de la central térmica de Lada, que mantendrá con actividad a la planta durante las próximas seis semanas, aproximadamente. El proceso se enmarca en la decisión de la compañía de hacer una gestión eficiente del stock de carbón que mantiene la central". Desde la firma energética también expusieron que "una vez concluya este proceso y hasta que se autorice el cierre definitivo de la planta por parte del Ministerio de Transición Energética, la central se mantendrá disponible pero sin previsión de funcionamiento".

Estrategia de negocio

Iberdrola lleva dos años esperando por ese permiso de clausura, solicitado también para la planta de Velilla, en Palencia: "En noviembre de 2017 y en línea con su estrategia de negocio y compromiso sostenible, Iberdrola decidió completar el proceso de cierre de las dos únicas centrales de carbón que explota en el mundo, una fuente de energía que representa solo el 1,7 por ciento de la capacidad total del grupo a septiembre de 2019 y el 0,3 por ciento de la producción eléctrica en el mismo período".

Desde la compañía vasca también argumentaron que desde 2001, Iberdrola ha ido clausurando sus centrales térmicas en el mundo, "casi 7.500 MW de capacidad instalada. Entre ellas, dos centrales de carbón en Reino Unido, Cockenzie y Longannet, en 2013 y 2016, respectivamente, con una potencia total de 3.600 MW. Además, desmanteló en este periodo casi 3.200 MW de plantas de fueloil".

Iberdrola, según remarcaron sus responsables, cuenta con 30.903 MW de capacidad operativa a través de fuentes renovables de producción de energía. "De estos, un total de 16.027 MW se encuentran en España. Desde 2001, la compañía ha invertido cerca de 100.000 millones de euros en proyectos de energía renovable, redes inteligentes y almacenamiento a gran escala y, de estos, 25.000 millones se han destinado a España".

También argumentaron desde Iberdrola que la firma "sigue avanzando en su compromiso de reducción de la intensidad de emisiones de dióxido de carbono, comprometiéndose a ser prácticamente neutra en carbono en Europa en 2030 y ser neutra en carbono de forma global en 2050".

Las centrales térmicas de Asturias y Palencia que Iberdrola pretende cerrar suman una potencia de 874 MW. En la actualidad, "la compañía analiza inversiones en renovables en ambas regiones", expusieron ayer los responsables de Iberdrola.

Inicios

La central térmica de Lada comenzó a funcionar en 1949 y llegó a superar los 500 empleos (actualmente suma algo más de sesenta). La Compañía Eléctrica de Langreo se puso a la cabeza del proyecto. Las obras se iniciaron en 1946 y concluyeron tres años después. Al primer grupo de generación eléctrica le seguiría dos años después otro con la misma potencia de generación, de 25 megavatios. En 1967 entró en servicio Lada III, con 150 megavatios. En 1981 se activó el cuarto grupo de producción (el único que sigue funcionando actualmente), de 355 megavatios, y en ese mismo año la central pasó a manos de Hidroeléctrica Española, posteriormente Iberdrola.

Primero alimentada por carbón autóctono y después por mineral de importación, la planta de Lada ha sido uno de los ejes industriales de la comarca del Nalón y un importante foco de empleo durante los últimos setenta años.

Compartir el artículo

stats