La Asociación Cultural "Cauce del Nalón" retomó las conferencias que organiza semanalmente en la Casa de la Buelga de Ciaño, una vez finalizado el parón navideño, y lo hizo con la conferencia que ofreció Luis Cayo Pérez Bueno. El jurista y presidente de Cermi (Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad) habló sobre "El futuro de lo social: lo social tiene futuro". Contó con la presentación del abogado y activista Felipe Orviz.

Orviz trazó la trayectoria vital y profesional del ponente y lo hizo destacando no solo su sólida formación como jurista, sino su implicación en multitud de instituciones y colectivos estrechamente relacionados con la discapacidad. En su presentación, también puso de manifiesto la ingente cantidad de premios y reconocimientos que ha recibido así como la labor de investigación y divulgación que desarrolla, "siempre para dar visibilidad a los colectivos con discapacidad" e incluso su faceta como poeta y traductor.

Para el conferenciante, "es indiscutible que lo social es el elemento que puede dar paz y estabilidad a una sociedad cambiante y trepidante como la que nos ha tocado vivir". Luis Cayo incidió en que "podemos decir que, sin la argamasa de la dignidad, nuestras sociedades serían invivibles". Del mismo modo, puso sobre la mesa su convicción de que hay un importante déficit del pensamiento social ya que, según referenció, "vivimos en un mundo donde lo político, lo tecnológico, lo sociológico y lo económico son fundamentales y sin embargo, aún queda mucho por hacer en el ámbito de lo social".

"Las personas con discapacidad han conseguido por fin empoderarse sin esperar y abandonando la idea de que son menos que las personas que no padecen discapacidad alguna, si bien tenemos que recordar que hay países en los que la situación de los discapaces aún es terrible", comentó. Y puso como ejemplo a los niños afectados de acondroplasia en Siria. "Son utilizados para desactivar bombas por su pequeño tamaño y eso deja en evidencia la aberración que supone creer que la vida de las personas con defectos es prescindible y vale menos que la de quienes no padecen ninguna enfermedad o minusvalía", explicó.

Pérez también dijo que "nunca ha habido mayor grado de bienestar material que ahora .Y esto no deja de ser paradójico pues al mismo tiempo se documenta la gran sensación de insatisfacción con la que vivimos, y que nos lleva a tener una imagen pésima del presente que nos ha tocado vivir". Llevó a cabo una ardiente defensa de la dignidad humana, "que es inherente a todos y que por fin en mucho tiempo no admite zonas periféricas sino un tratamiento integral y efectivo".

Para el ponente "la discapacidad es un elemento enriquecedor de la sociedad". Por otra parte, recordó que "es primordial seguir trabajando por la dignidad de las personas con discapacidad y tener claro que vivimos el tiempo de las mujeres". "Estoy convencido de que por primera vez en la historia, la humanidad tiene rostro femenino", manifestó.

Al terminar, declaró que "se necesita calidad y la calidez y lo humano ha de ser siempre una corresponsabilidad compartida, por eso lo social tiene futuro, pero se trata de un futuro que no depende de otros y esto es una conquista histórica, porque los grupos tradicionalmente omitidos se han convertido en agentes de su propia inclusión".