Mieres mantiene en pie 1.300 viviendas construidas antes del inicio del siglo XX. Muchas de ellas están mal conservadas. El envejecimiento del entramado inmobiliario local conlleva irremediablemente un proceso de decadencia en lo que al estado de muchas viviendas se refiere. El resultado es que el Ayuntamiento, tras años sin acometer derribos de forma subsidiaria, abordó en 2019 un total de seis.
La concejalía de Desarrollo Urbano Sostenible ha realizado en el último año un total de 6 derribos por ejecución sustitutoria con una inversión próxima a los 130.000 euros. La prioridad que se marca el Consistorio para decidir qué inmuebles derriba por ejecución sustitutoria es clara: "peligrosidad, salubridad y por último el ornato".
El gobierno local duplicó la partida presupuestaria prevista para este tipo de actuaciones, destinando para este fin 200.000 euros anuales, "con el objetivo de poder actuar evitando situaciones de riesgo y afrontando los problemas de salubridad que este tipo de edificios e inmuebles pueden causar".
El Ayuntamiento arrastra desde hace años decenas, incluso podría hablarse de centenares de expedientes ligados a la declaración de ruina. Hace un lustro se hizo un recuento y la cifra superaba los 200 informes. Hasta ahora la falta de recursos económicos ha impedido al Ayuntamiento actuar en este campo. Ahora, tras sufragarse la deuda municipal, hay fondos para abordar derribos en aquellos casos más extremos de deterioro.
Mieres tiene muchas viviendas antiguas. Así lo establece el censo de viviendas y población. Más de 1.300 edificaciones fueron construidas en el siglo XIX. Casi una de cada cuatro, concretamente el 23 por ciento, ya estaban levantadas antes de que el siglo XX llegara a su ecuador. Es decir, tienen, como poco, 66 años. Ahora bien, el auge de la construcción en el concejo se localizó entre 1950 y 1970, periodo en el que se crearon 5.032 viviendas, el 27 por ciento de la bolsa actual, que se sitúa rozando la barrera de los 18.500 inmuebles. Y es que durante las citadas décadas en Mieres había mucho trabajo. Fábrica de Mieres y la construcción absorbían la demanda de empleo fuera de las minas. Se levantaron grandes barriadas obreras, como San Pedro y Santa Marina.
Los citados derribos por ejecución sustitutoria se llevan a cabo después de hacer siempre varios requerimientos de forma oficial a las personas propietarias de los inmuebles y edificios, que son las responsables del estado de sus propiedades. Tras los requerimientos oportunos, el Ayuntamiento pide una orden al juez para poder realizar la obra y, posteriormente, cumpliendo todos los requisitos y procedimientos legales, se reclama el dinero invertido en la actuación a los propietarios.
