La anunciada borrasca "Gloria" pacto ayer con el afuega'l pitu respetar su fiesta de celebración del cuadragésimo aniversario del certamen de esta variedad quesera, que reunió ayer en La Foz de Morcín a una decena de elaboradores y a miles de visitantes deseosos de degustar el "blancu y roxu de trapu" como postre del contundente pote de nabos aderezado con productos de la matanza del cerdo.
La primera fiesta gastronómica del invierno asturiano comenzó a primera hora de la mañana con una carrera de montaña que reunió a los 375 atletas que participaron en el VIII Trail Afuega'l Pitu para ascender las inclinadas rampas existentes desde La Foz hasta la cima del Monsacro y descender posteriormente de nuevo hasta la meta ubicada en la localidad morciniega.
Andrés García Blanco, de Noreña, vencedor de la prueba, empleó tan solo una hora y siete minutos en recorrer tan duro circuito por las estribaciones de la montaña sagrada de Morcín. La cabraliega Eva Cruz Montalbán fue la ganadora en categoría femenina. Después de tan magno esfuerzo había que reponer fuerzas y nada mejor que un buen queso de afuega'l pitu y un buen pote de nabos para restituir las calorías quemadas.
La artesana Margarita Mier, de Las Mazas, fue la encargada de abrir los actos en la carpa instalada para el certamen con una demostración pública de elaboración de afuega'l pitu al estilo ancestral.
Posteriormente, Ramón Rodríguez, director de la biblioteca de la Universidad de Oviedo y del Real Instituto de Estudios Asturianos (RIDEA), subió al escenario para pregonar el certamen con un preparado y trabajado discurso en el que invocó que "Asturias no se convierta en un ecomuseo apto solo para turistas". A su vez solicitó "una protección integral de la naturaleza que sea compatible con las explotaciones agrarias y ganaderas para producir riqueza y fijación de población en la zona rural y humanización del paisaje". Por último, el pregonero deseó que "se vuelvan a establecer pronto en Morcín industrias del quesu afuega'l pitu para poner en valor el legado de nuestros antepasados".
El protagonismo de la feria quesera recayó después en Amador Rivera, vecino de Argame, de 82 años, que fue galardonado con el "Nabu de plata" por mantener viva la tradición de cultivar este tubérculo ensalzado en Morcín. En sus dos huertas de la vega de Argame planta nabos en una superficie que supera los dos mil metros cuadrados.
A continuación, Aitor Vega recibió el "Afuega'l pitu de oro" por su apoyo a esta variedad, labor ensalzada por el quesero Pascual Cabaño. Finalmente, la Hermandad de La Probe hizo entrega a Rafael Secades del galardón "Quesero Mayor de Asturias" por su decidido y dilatado apoyo al sector que culminará el próximo mes de noviembre con la celebración del World Cheese Awards 2020, que reunirá en Oviedo a las cuatro mil variedades queseras que se elaboran actualmente en el planeta.
Tras la intervención de Begoña López, directora general de Desarrollo Rural e Industrias Agrarias, quien ensalzó la importante labor que realizan los queseros, Mino García, alcalde de Morcín, cerró los actos con un arriesgado discurso en el que se lanzó a la piscina comprometiéndose públicamente a darle contenido y poner en marcha, antes de que finalice la actual legislatura, el edificio proyectado como Museo de los Quesos Artesanos en las antiguas tolvas de carbón de Hunosa y que actualmente presenta un lamentable estado de deterioro.
En el certamen quesero resultaron ganadores las queserías Ca Sanchu, de Ambás, en Grado, en las variedades "roxu de trapu" y "atroncáu blancu"; la quesería El Viso, de Salas, en "blancu de trapu", y la quesería La Borbolla, de Grado, en "atroncáu roxu". También obtuvieron reconocimientos las queserías El Rebollín, de Salas; Tierra de Tineo, de Tineo; La Peñona, de Pravia, y Temia, de Grado.
La borrasca "Gloria" cumplió su promesa con el afuega'l pitu y no deslució su fiesta del cuadragésimo aniversario, que se celebró ayer en La Foz de Morcín por todo lo alto, incluida la carrera al Monsacro.
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