La comunidad musulmana de Langreo, y de todas las Cuencas, tendrá nueva mezquita. El Ayuntamiento de Langreo ha tramitado ya la licencia de actividad para la apertura de un "centro Religioso Islámico de Asturias", en la calle Jaime Alberti de Ciaño. Ahora está abierto, como con cualquier otro centro de culto de este tipo, el plazo de observaciones a esta actividad. En caso de que todo discurra con normalidad, los musulmanes de la comarca dispondrán de mezquita en un plazo relativamente corto de tiempo. Hasta hace unos meses el centro de culto se encontraba en otra parte del distrito langreano.
El concejo cuenta con mezquita desde el año 1996. Siempre ha estado ubicada en Ciaño. La comunidad musulmana acabó adquiriendo hace unos años un inmueble en la calle Jaime Alberti, con el objetivo de convertirlo en su lugar de culto. Fueron los propios fieles los que, con sus aportaciones y su trabajo, restauraron el edificio. En la zona baja se encuentran unos espacios comunes, mientras que la parte destinada al rezo está en la primera planta.
Según los datos del INE, son alrededor de 170 personas las residentes en Langreo que proceden de países donde la religión principal es el Islam. A ellos hay que añadir los residentes en el resto de la comarca del Nalón y también los de la zona de Mieres, que suelen acercarse hasta la mezquita langreana a realizar los rezos.
En un principio, los trámites de apertura de la nueva mezquita se alargaron debido a la solicitud y posterior cumplimiento con una serie de permisos municipales. Finalmente, tal y como se recogía en el Boletín Oficial del Principado de Asturias (BOPA), el Ayuntamiento de Langreo tramita la licencia de apertura del centro religioso, abriendo el plazo de alegaciones imprescindible legalmente para poder otorgar este permiso.
Con el cierre de la minería y el parón de la construcción, el mapa de los emigrantes en las Cuencas está cambiando. Polacos y checos están, en buena parte, abandonando la zona, algo que también hacen otras nacionalidades, como los marroquíes. Por contra, crece la población de venezolanos y de colombianos, que huyen de los conflictos en sus países.
