El "argayón", como llaman los vecinos al desprendimiento del Corredor del Aller a la altura de Moreda, es la única obra que resta para restablecer el tráfico en esta vía allerana, después de que el Principado haya dado por finalizados los trabajos en Cuevas y Entrepeñas, donde también se produjeron argayos debido al temporal que asoló la región hace ahora un año. De todos modos, no habrá que esperar demasiado para el arreglo del "argayón", cuyos trabajos comenzarán antes de marzo, tal y como había asegurado el vicepresidente y consejero de Infraestructuras, Medio Ambiente y Cambio Climático, Juan Cofiño.
Las obras desarrolladas en Cuevas y Entrepeñas se han alargado durante un mes. El objetivo era recuperar un tramo del carril que limita con el río a la altura de el área recreativa de Las Moyas. También se ha construido una escollera de aproximadamente cincuenta metros para proteger la ribera derecha de el río San Isidro. Una vez realizadas las tareas de asfaltado, se retiraron los semáforos que regularon la circulación durante las obras y el tráfico volvió a la normalidad. Trabajos similares se desarrollaron en Entrepeñas.
Distinto es el caso del "argayón". En este caso, las aguas del río Aller socavaron el terraplén en las proximidades del segundo acceso a la localidad de Moreda, por lo que resultó afectada la plataforma de la carretera allerana en su margen izquierda, en dirección Cabañaquinta-Mieres. La variante se cerró, desviando el tráfico hacia el núcleo de la localidad, causando numerosas molestias entre los vecinos.
La complejidad de esta obra ha retrasado hasta ahora su desarrollo, ya que la intervención supondrá un desembolso de algo más de 500.000 euros. Así, el Consejo de Gobierno del Principado autorizó hace ya varios meses el gasto y la contratación, mediante tramitación urgente y procedimiento abierto, de estos trabajos. Concretamente, se alude a "las obras de estabilización del talud situado entre los puntos kilométricos 6,510 y 6,670 de la carretera AS-112, que une Ujo con el puerto de San Isidro, en el concejo de Aller". El coste estimado de la reparación asciende a 503.392 euros, tal y como habían asegurado fuentes del Gobierno regional.
Finalmente, los trabajos se abordarán antes del mes de marzo. Así lo aseguró el vicepresidente y consejero de Infraestructuras, Medio Ambiente y Cambio Climático, Juan Cofiño, durante una visita que hizo a Mieres para participar en una asamblea abierta sobre el Presupuesto regional organizada por la agrupación socialista local. Allí aseguró que "Estamos culminando el proceso administrativo previo a la contratación de obra del talud del Corredor y esperamos que pueda abordarse en breve, entre febrero o marzo", Y de hecho, hoy terminaba el plazo para que las empresas interesadas pudiesen presentar sus correspondientes ofertas.
Tercero
Este es el tercer "argayón" que vive el Corredor del Aller desde su puesta en funcionamiento. La variante allerana requirió más de una década de obras, en varias fases, y una inversión de más de 60 millones de euros. El primero de estos grandes desprendimiento se produjo en Caborana, el 29 de junio de 2010, por un temporal de lluvias. Todo el talud exterior cayó al río y se cerró un carril. Así estuvo durante dos años, hasta que volvió a la normalidad tras una obra compleja de casi un millón.
Solo unos meses más tarde, otro desprendimiento obligó a cerrar durante dos semanas el Corredor entre Moreda y Corigos. Ocurrió tras otro desprendimiento que afectó a la carretera de acceso de Cotobello y que puso en jaque uno de los taludes de la variante allerana. La obra finalizó en algo menos de un mes, tras una actuación de emergencia. Y volvió a haber más daños, pero ninguno tan grave como el que se produjo hace un año en Moreda y que finalmente quedará resuelto en cuestión de meses.
