La iglesia de Barros se quedó pequeña hoy para dar el último adiós a José Manuel García Rodríguez, el popular "curra de Barros" que falleció a los 91 años el pasado domingo. Vecinos y amigos acudieron a dar el pésame a la familia del religioso e incluso se celebró un funeral oficiado por el párroco José Antonio Couso, quien dignificó la figura del fallecido. "Decir Manuel y decir Barros era lo mismo", señaló el religioso, asegurando que "era una persona polifacética, lo mismo arreglaba una segadora que una maquinilla, organizaba excursiones, llegó incluso a fletar un avión".

Entre los presentes, muchos recordaban los nobles hechos del "cura de Barros", como su apoyo a los despedidos de Duro Felguera o su defensa a ultranza del pueblo, "estaba el primero en las manifestaciones", afirmaba una vecina. También daban cuenta de que García Rodríguez, "era un cura de pata negra, como a él mismo le gustaba llamarse, porque había sacado la plaza en Barros por oposición".

Los restos mortales del párroco estarán hasta las cuatro de la tarde en la iglesia de Barros y después se trasladarán hasta la iglesia parroquial de San Pedro de Piñeres (Aller), donde a las cinco de la tarde tendrá lugar un funeral presidido por el Arzobispo de Oviedo, Jesús Sanz. Después será enterrado en el cementerio parroquial.