Cada vez está más cerca la apertura del centro de referencia estatal de enfermedades neurológicas de Barros. Ayer comenzaron a trabajar sus primeros veinte trabajadores, después de pasar un periodo de formación en León y Madrid, así como en el Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) de Oviedo.

Tras una primera toma de contacto ayer, estos primeros trabajadores se dedicarán a la puesta a punto del centro para la llegada de los usuarios el próximo mes. Así, deberán familiarizarse con el equipamiento y analizar si todo está correcto o existe alguna deficiencia que subsanar. Aprovechando la llegada de los trabajadores, también pasaron por el centro un buen número de personas para entregar su currículum con la intención de formar parte de la plantilla final.

El centro de Barros abrirá por fases. El primer servicio que entrará en funcionamiento (está previsto que sea en marzo) será el centro de día, con capacidad para 30 usuarios. A continuación lo hará la residencia, dotada con 60 plazas. El personal directo estará compuesto por una plantilla de 55 trabajadores, donde se encuentran los veinte que comenzaron ayer a trabajar. Un personal que se encuentra bastante mermado respecto al proyecto original, que hablaba de 105 trabajadores del Imserso y 39 de contratación externa. Este aspecto fue denunciado tanto por CC OO como por Unidas por Llangréu, y hace unos días, el grupo de Unidas Podemos en el Congreso de los Diputados anunció que pedirá al Ministerio de Derechos Sociales, dirigido por Pablo Iglesias, que revise el proyecto para tratar de adaptarlo a los objetivos originales.

Las obras del complejo langreano empezaron en 2009, con un plazo de ejecución de 24 meses. Sin embargo, diferentes problemas técnicos, administrativos y presupuestarios -con modificaciones de obra y un proceso concursal de la adjudicataria incluidos- provocaron que los plazos originales se fueran demorando en el tiempo.

La instalación incluso tuvo que abandonar su denominación original, al no recibir la autorización para llevar el nombre del científico Stephen Hawking, fallecido en 2018. Junto a la residencia y al centro de día, también se prevé que la instalación sea un foco de investigación y de formación de profesionales ligados a las patologías que tratará.