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El Adaro prevé disponer en abril de trece nuevas camas tras su ampliación

El centro de Sama, pendiente de instalar el mobiliario y el equipamiento, negocia para incluir las plazas en el concierto suscrito con el Principado

Una de las nuevas habitaciones del Sanatorio Adaro.

Los responsables del Sanatorio Adaro de Sama planean poner en funcionamiento en abril las nuevas trece camas del complejo, fruto de las obras de reforma realizadas en el denominado pabellón C, el único que quedaba sin remodelar del centenario complejo asistencial. La ampliación permitirá alcanzar las 139 plazas y aumentar los servicios de convalecencia del actual centro sociosanitario de Sama. El incremento de la actividad obligará a potenciar el volumen de personal, con media docena de auxiliares de enfermería más. La plantilla actual de la instalación es de 110 personas.

La dirección del Adaro -que tiene contratadas todas sus camas con el Principado a través del Servicio de Salud (Sespa) y de Establecimientos Residenciales para Ancianos de Asturias (ERA)- se encuentra actualmente negociando para concertar con la administración regional la gestión de las nuevas camas. "Tras la ampliación contamos con siete habitaciones individuales y tres dobles, lo que hace un total de trece camas más. Nuestra idea es que se puedan dedicar a convalecencias, para casos de coma y paliativos, pero es algo que todavía no está concretado" aseguró el gerente del complejo sociosanitario langreano, Gabriel Menéndez Zorita.

La estimación es que el nuevo ala pueda estar en marcha en el mes de abril. "Los trabajos de adecuación de los espacios ya concluyeron a finales del pasado año y la idea es equipar las nuevas habitaciones en las próximas semanas, con el objetivo de que puedan empezar a prestar servicio en primavera, previsiblemente en el mes de abril", señaló Zorita.

La ampliación de Adaro se licitó por 353.206 euros y se recibieron seis ofertas para ejecutarla. La empresa a la que se asignó el contrato fue la firma langreana Almeida Albañilería y Construcciones, por un importe de 275.121 euros. A esa cantidad hay que añadirle otros 100.000 euros para equipar las nuevas dependencias. La financiación de toda la actuación corre a cargo de la Fundación Sanatorio Adaro, encargada de la gestión del complejo langreano.

La obra de remodelación permitirá incrementar la oferta del sanatorio. Se ampliará la cifra de plazas de la unidad de convalecencia del Sanatorio Adaro, que actualmente cuenta con 35. El complejo dispone también de 91 camas residenciales de larga estancia. La obra hará posible, de esta forma, alcanzar las 139 camas.

La gestión del complejo asistencial de Sama depende de una fundación, pero al proceder más del 80 por ciento de su financiación de conciertos públicos, hubo que tener en cuenta determinados criterios en la contratación de obras, por lo que fue necesario convocar un concurso. El plazo de ejecución marcado para acometer los trabajos fue de cuatro meses.

El material médico y las máquinas de los antiguos quirófanos (algunas de ellas de la primera mitad del pasado siglo) que se guardaban en las instalaciones que han sido remodeladas serán mostrados en el pozo Santa Bárbara de Mieres. Entre los elementos hay un aspirador endodigestivo de la casa Wangestein del primer tercio del siglo XX y un respirador de los años setenta de la empresa Bennett. También figuran otros materiales curiosos como una sierra circular para cortar las gasas quirúrgicas.

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