"No sufren los cuerpos, sufren las personas", afirmó el psicólogo Marco A. Luengo en la charla titulada "El papel del psicólogo clínico en la atención oncológica infantil", un acto organizado por la delegación de Mieres de la Asociación Española Contra el Cáncer ocasión del Día Mundial contra el Cáncer que contó con la colaboración del Ayuntamiento de Mieres, AECC-Asturias, Clowntigo, Radio Mieres Cadena Cope y el Club LA NUEVA ESPAÑA en Las Cuencas.

En representación de la AECC de Mieres, abrió el acto Loli Olavarrieta, que insistió en la importancia de las contribuciones económicas, que en su totalidad son destinadas a la investigación. "Nos da muy mal rollo que nos digan 'no llevo suelto'", remachó. Por su parte, Teresa Iglesias, concejala de Salud del Ayuntamiento de Mieres, apuntó el valor de las charlas divulgativas para visibilizar la problemática, perder el miedo a hablar del cáncer y transmitir actitudes optimistas.

A continuación, Soledad González, hematóloga del HUCA, destacó la espectacular mejora de las estadísticas de supervivencia del cáncer infantil.

"En Asturias se diagnostican entre 25 y 30 tumores infantiles al año y se superan en un 80% de los casos", señaló, añadiendo que "la tendencia actual es evitar las secuelas, tanto físicas como mentales, por lo que la atención integral del niño es esencial, incluyendo el apoyo psicológico". "Hoy los niños hospitalizados están mejor informados; ellos tiene menos prejuicios y hablan del cáncer con normalidad", concluyó.

Marco A. Luengo forma parte del equipo de psicólogos del HUCA que trabaja en íntima relación con el resto del personal que interviene en el tratamiento del paciente. "Sabemos que el ingreso en el hospital por algo tan grave tiene un impacto psicológico tremendo, tanto en el niño como en la familia", señaló el experto. La labor del psicólogo es tanto el estudio de cada caso, pues cada enfermo reacciona de un modo distinto, como el apoyo para matizar la dureza de la hospitalización y la formación de los profesionales para que también cuiden la parte emocional de los pacientes.

"Los psicólogos tratamos con personas, no sólo con enfermedades, y ayudamos a gestionar el sufrimiento que produce el diagnóstico y tratamiento del cáncer en los niños y sus familias", dijo Luengo, que destaca las terapias orientadas a amortiguar los efectos de la angustia, el miedo y la incertidumbre. "Lo que más ayuda a superar el sufrimiento es ver que progresas, que estás en un lugar seguro y en las mejores manos", recalcó Luengo, que incidió en la importancia de los vínculos entre los pacientes y el personal. "Los profesionales son a los niños lo que una madre al bebé que tiene miedo", aseveró.

"Procuramos valorar precozmente las necesidades de cada uno, les ayudamos a gestionar sus emociones, buscamos disminuir las fuentes de estrés, informamos y les enseñamos a cuidarse a sí mismos", finalizó el psicólogo. "La risa es terapéutica, porque tiene mucho que ver con el alma", afirmó Yolanda Díaz Calvo, responsable de Clowntigo Payasos de Hospital, que señaló que la labor del payaso es principalmente el acompañamiento del paciente y romper la rutina del ingreso hospitalario. "Si con ello nace la diversión, mejor", apostilló Díaz, que entiende necesaria la presencia de payasos en todos los hospitales. "Ayudamos a curar con amor y con humor", remató.

Por último, Rosa García Prado, coordinadora de Aulas Hospitalarias de Asturias, manifestó que "la incorporación de psicólogos ha producido beneficios inmediatos y palpables; no sólo cuidan la salud mental de los niños sino también la del personal". "Somos un colegio muy especial en el que sólo cambian los profesores; los niños son niños en cualquier lugar", finalizó.