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Autobuses de Langreo amenaza con dejar la línea que une Riaño con Pola de Laviana

La empresa reitera la reclamación de medidas correctoras al Consorcio de Transportes ante el descenso de usuarios en los últimos años

Un autobús de la línea Riaño-Pola de Laviana circulando por Sama, en una imagen de archivo. FERNANDO RODRÍGUEZ

Autobuses de Langreo, empresa que junto a Alcotán se encarga de la explotación de la línea que conecta Riaño con Pola de Laviana, comunicó al Consorcio de Transportes que si no pone en marcha las medidas correctoras solicitadas podría no estar en condiciones de garantizar que se pueda seguir prestando el servicio con normalidad a partir de mediados del próximo mes. En un escrito dirigido al organismo alude a "un desequilibrio económico en la explotación del servicio" debido al descenso en el número de usuarios del transporte urbano del Valle junto a una insuficiente tarifa de compensación por el uso del billete único.

La compañía transmitió al Consorcio, según ha podido saber este diario, que sus peticiones, que han sido reiteradas, no han surtido efecto, ni en ese organismo, que se remite a los términos del contrato firmado, ni a los ayuntamientos de los concejos del itinerario que siguen los autobuses, que alegaron falta de competencia en el servicio. En conclusión, se ha encontrado con "su no disposición a efectuar aportación financiera alguna para restablecer el equilibrio perdido", señala. Autobuses de Langreo afirma, en el escrito, que su voluntad es seguir prestando los servicios entre Riaño y Pola de Laviana, al igual que entre El Entrego y Bimenes, "siempre que las condiciones económicas y de explotación se adapten a la demanda actualmente existente". Pero dado que hasta el momento no ha sido así, pide al Consorcio de Transportes que "siendo conocedores de la obligación legal de continuar con la prestación del servicio hasta un periodo máximo de doce meses desde la renuncia, el procedimiento administrativo tendente a una nueva licitación y adjudicación se abreviase lo posible en el tiempo". Ante este escrito, el gerente de Autobuses de Langreo, Julio Álvarez, afirmó que "lo que se ha hecho es poner en marcha un mecanismo administrativo tendente a cambiar las condiciones económicas del contrato y adaptarlas a la situación real que hay en la actualidad, que ha cambiado mucho por la caída en la demanda de viajeros y el aumento de los costes". En todo caso, añadió, "nosotros tenemos la vocación de seguir prestando el servicio tanto a corto como a largo plazo".

La empresa solicitó en mayo de 2018 la ampliación de la concesión por un periodo de cinco años "a cambio de mejoras en el servicio y la necesidad de amortización de inversiones ya realizadas", señala el documento. En aquel momento, lo hizo por "compromiso social", por una "historia de 75 años operando en el valle del Nalón con gran enraizamiento en la sociedad langreana".

Semanas atrás, la empresa pedía "más implicación de las administraciones públicas" dado que "las condiciones actuales no son sostenibles". El transporte urbano del Valle continúa perdiendo viajeros. La línea que conecta Riaño y Pola de Laviana registró el pasado ejercicio 1.603.000 usuarios, 41.000 menos que en 2018, lo que consolida la tendencia a la baja de los últimos años.

Millón y medio menos

Este descenso se explica por la caída demográfica y la disminución de la actividad económica. Quince años atrás esta línea era utilizada por tres millones de usuarios, algo menos del doble de los que hay en la actualidad. Los datos aportados por Autobuses de Langreo reflejan que desde 2008, cuando se registraron 2.637.000 viajeros, la bajada fue del 4,5 por ciento.

En los últimos años se produjo una pérdida de actividad económica, que se plasmó en un descenso de los desplazamientos realizados en autobús por motivos laborales. Aunque la caída de usuarios se debe fundamentalmente a la pérdida de población. El descenso de viajeros se produjo pese a las mejoras en el servicio dado que el pasado año se incrementaron las frecuencias de paso con el autobús exprés, que se puso en marcha el 22 de abril para intentar ganar usuarios y acortar los tiempos de viaje. Son servicios que tienen una única parada en cada localidad y reducen el viaje entre diez y quince minutos.

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