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La Fundación Ronzón estudia denunciar a los okupas por los destrozos en la Casona

La entidad encontró tras el desahucio el palacio Bernaldo de Quirós lleno de basura, con muebles rotos y pintadas en algunas estancias

Una de las estancias de la Casona, tras el desahucio.

La Fundación Ronzón estudia emprender acciones legales contra los okupas que fueron desalojados la semana pasada de la Casona. Se trata de un Bien de Interés Cultural (BIC), propiedad de la citada entidad, que llevaba "okupado" nueve meses. Tras el desahucio, en el que tuvieron que intervenir los antidisturbios de la Guardia Civil, el escenario con el que se encontró la Fundación no fue nada agradable: muebles rotos, basura esparcida y pintadas sobre una casa centenaria y llena de historia.

Los vecinos conocen el inmueble como la Casona, pero su nombre "oficial" es el palacio Bernaldo de Quirós. Sus últimas moradoras fueron las hermanas Pilar y Sagrario Bernaldo de Quirós. Las conocían como "las señoritas". Gobernaron "con mano dura", según testimonios de la época, la aldea: tenían cientos de colonos a los que alquilaban sus casas en la aldea. Anotaban en libros gruesos cada movimiento de sus muchas cabezas de ganado. Los colonos se vieron obligados a acudir a los tribunales contra los cobros "abusivos".

Ellas pasaban largas temporadas en la Casona, un inmueble centenario que incluso cuenta con una capilla en su interior. Asegura el colectivo El Palaciu que ocupó el edificio porque la Fundación Ronzón no estaba usándolo para el uso con el que fue legada: dar vida a la zona rural y emprender actividades que formaran y buscaran alternativas en el pueblo.

Y al principio fue así. De hecho, convocaron varios talleres de pan artesanal y sidra casera. También actividades culturales, una de ellas tuvo que suspenderse. Los okupas convocaron una jornada de puertas abiertas -el pasado mes de junio-, a la que asistió LA NUEVA ESPAÑA, y mostraron una casa cuidada y ordenada. Llegó el desahucio, en el que finalmente tuvieron que intervenir los antidisturbios. La Guardia Civil intentó, hasta en diez ocasiones, llegaron a un acuerdo para evitar enfrentamientos. Nada les valió a los okupas y dos terminaron detenidos, ahora se enfrentan a cinco meses de cárcel por resistencia grave.

La Casona es la gran víctima. Los responsables de la Fundación Ronzón encontraron colchones por el suelo, ropa sucia y basura esparcida en varias estancias de la casa. Muebles centenarios, con un alto valor patrimonial y económico, rotos. Además de pintadas nada bonitas en muchas de las paredes. "Lo dejaron todo hecho un desastre", afirmaron los primeros que visitaron la Casona.

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