Decenas de personas acudieron ayer a la iglesia parroquial de Moreda para dar el último adiós a un ilustre vecino, el ingeniero, escritor y documentalista Mario García Antuña, que falleció el lunes causando un hondo vacío en su familia y amigos, y especialmente en el concejo de Aller y en la familia minera. En la imagen, asistentes al funeral, en la entrada a la iglesia.