La Consejería de Desarrollo Rural dictaminó el pasado 8 de septiembre que un ataque de oso había sido el causante de la muerte de dos terneras de cinco meses que aparecieron sin vida en el monte Brañavalera, en Lena. Pese a la total confirmación, la propietaria de estos animales aún no ha cobrado la indemnización que le corresponde, establecida en unos 1.100 euros en total.
El sector clama contra la lentitud de la administración a la hora de hacer efectivas las compensaciones tanto por los daños causados por los lobos como también por los osos.
"Nos sentimos totalmente abandonados y no entendemos que se tarde tanto en darnos un dinero que es nuestro. Primero se nos ponen todas las trabas posibles para reconocer los daños y luego se pospone durante meses el pago de las indemnizaciones", señala Isabel Migoya, propietaria de las dos terneras encontradas muertas en septiembre.
"La Guardería reconoció de inmediato que el causante del ataque había sido un oso, pero cinco meses después seguimos sin cobrar la indemnización", lamenta la citada ganadera lenense. "¿Qué pasaría si necesitasemos de ese dinero para poder seguir con las actividad? ¿Por qué tienen que retener así dinero que no es suyo", pregunta molesta Isabel Migoya.
Desde la Asociación de Ganaderos Afectados por el Llobu (Agall) denuncian que la Guardería del Principado "siempre trata de desviar estos ataques de osos hacia otros animales como los lobos, y eso no es justo". En caso de ataque de oso se cobra algo más por animal perdido, pero no más de unos 50 euros en caso de las terneras. A los ganaderos ya casi les da igual que se asigne las perdidas a los osos o a los lobos: "Al final lo que queremos es cobrar lo que nos corresponde en un tiempo razonable", remarca Migoya. "El principado dice que agiliza los pagos, pero es falso", recalcan desde Agall.
