"No molestar, estamos fo...". Es el cartel que se han encontrado los responsables de la Fundación Ronzón a la puerta de una de las habitaciones de la Casona. Queda en anécdota. No tanto los daños ocasionados en el interior del Palacio Bernaldo Quirós -catalogado Bien de Interés Cultural (BIC)-, que incluyen muebles de valor rotos y pintadas en las paredes, además de basura y ropa esparcidas por las estancias. Un duro balance tras nueve meses de "okupación", por parte del colectivo "El Palaciu", que la Fundación no quiere repetir: la entidad ha instalado ya un sistema de alarmas.

Pero la polémica, tras un desahucio a la fuerza -a pesar de las oportunidades de negociación que puso la Guardia Civil en manos de los okupas-, aún no ha terminado. La Fundación Ronzón estudia emprender acciones legales por los daños causados en el interior de la histórica Casona.